El Consell ejecutó la semana pasada un plan de ahorro que eliminó de una tacada 165 liberados "institucionales" en los sindicatos de la Comunidad Valenciana. Esto ha obligado a la FSP-UGT, CCOO, Intersindical y CSIF a realizar entre la semana pasada y principios de ésta reuniones para reestructurarse con el fin de proteger a las directivas de los recortes. La opción por la que han optado, la única en realidad, es pedir a los liberados por horas (cada delegado elegido en las elecciones supone 40 horas para el sindicato) que cedan su cuotas a la organización para reorganizarlas a razrón de necesitar un total de 145 horas para una liberalización "completa". Es decir, una dedicación exclusiva por parte de los funcionarios a tareas sindicales. Esto implica la vuelta a sus puestos de funcionarios a decenas de sindicalistas que, en muchos casos, llevaban años sin ejercer estas labores.

Los procedimientos a seguir varían según el sindicato porque en algunos casos se están ultimando las medidas y en otros, porque el impacto de los recortes es mayor según en qué agrupación sindical sea. Luis Lozano, secretario general de la FSP-UGT, organización que ha sufrido el mayor recorte con unos 56 liberados menos, explica: "Nos vamos a reunir mañana (por hoy) para ver como realizar los cambios de reestructuración. Sin embargo, como ya dijimos la semana pasada la supresión de funcionarios no nos preocupa, seguiremos trabajando igual". Lozano añade que "gracias a los magníficos resultados que nuestro sindicato ha sacado en Sanidad, Administración Autonómica y Correos nos dan los suficientes recursos humanos como para mantener nuestra estructura. No será al mismo nivel -precisa- pero todas las secciones sindicales quedarán aseguradas". Respecto al reparto de horas, el secretario general de UGT señala que aún está por decidir pero que lo más posible es que "algunos delegados pasen de 40 horas a 5, las necesarias para ir a las reuniones y juntas de personal. Al mismo tiempo, algunos miembros de la ejecutiva, unos 5 ó 6, también volverán a sus puestos de funcionarios".

CCOO también reunirá hoy a sus miembros para hacer frente al recorte, que en su caso se trata de 49 liberados. "Vamos a intentar conseguir un equilibrio, mantendremos la directiva así como los delegados comarcales por lo que lo único que nos queda será adelgazar el aparato burocrático", explica Luis García, portavoz de la organización sindical. "Para nosotros, igual de importante es mantener en la directiva a gente que tenga experiencia y conocimientos como estar en contacto día a día con los centros de trabajo, así que intentaremos dedicar nuestros recursos a estos dos campos principalmente", concluye García.

Reacciones

Intersindical, organización que ha perdido un tercio de sus fuerzas con los recortes, unos 32 liberados, saca pecho y afirma que "el sindicato protegerá a los dirigentes para evitar su decapitación, objetivo real de la medida". Vicent Mauri y Adel Francés defienden que "la medida no es económica sino política porque el ahorro real es irrisorio". Ambos dirigentes señalan que "si de verdad lo que se quiere es ahorrar podrían empezar por adelgazar la administración y eliminar tanto fundaciones públicas como boatos". Intersindical recurrió la medida de ahorro porque entendía que iba "en contra" de lo que dicta la Constitución: "En nuestra carta magna se vela por la actividad sindical y esta medida la ataca directamente por lo que no lo vemos justo".

Respecto a este punto, Mauri precisa que "Intersindical no protestó más que el resto como se ha desprendido en algunos medios sobre los recortes. Todos afearon la medida a Vela. El problema es que nosotros hemos tomado medidas".

El último afectado, el CSIF, con 26 liberados menos, empezó a trabajar en la reorganización a los pocos minutos de salir de la reunión: "Aún estamos cerrando la reestructuración, mañana (por hoy) nos reunimos otra vez porque no está nada decido aún aunque, obviamente y por el bien de los trabajadores, se quedarán los que más experiencia tengan y más conocimientos hayan adquirido estos años para velar por sus derechos. La opción de seleccionar a gente que se quede por estar está totalmente descarta", describe el presidente de la organización en Valencia, Daniel Matoses.

Para el CSIF, esta medida ha sido "un ataque a la libertad y actividad sindical".