Apenas cuatro meses después del mayor descalabro electoral en unos comicios autonómicos y a las puertas de las generales del próximo 20-N, los socialistas valencianos pasan por uno de los momentos más delicados de su historia. Con una cuota de poder cada vez más esquilmada -apenas conservan en la provincia dos docenas de alcaldías- y asediados por fuerzas políticas emergentes que atraen con eficacia a un electorado desencantado por la gestión de Zapatero, al PSPV sólo le quedaba una vía para tratar de salir del atolladero: movilizar a sus bases. Ni eso. Así se está demostrando durante un proceso de selección de candidatos carente de interés. Leire Pajín, de hecho, se autoproclamó candidata y, además, el resto de la lista está casi adjudicada; y con una militancia hastiada con la política económica del Gobierno.

Esa situación se ha traducido, finalmente, en un proceso de debate con una movilización mínima. Apenas 140 afiliados de algo más de un millar en Alicante; y sólo ochenta en Elche. Estamos ante el balance final de un cuadro de anemia aguda que viene arrastrando el PSPV, organización que en apenas una década ha perdido la mitad de sus afiliados. Ahora apenas figuran en los censos unas 20.000 personas en toda la Comunidad, 6.000 menos que cuando Jorge Alarte llegó a la secretaria general. Con Alarte al mando, el socialismo valenciano ha perdido uno de cada cuatro afiliados.

Esa situación, unida a la depresión interna por la errática gestión de la crisis de Zapatero, en opinión de históricos socialistas, es letal para el futuro de la organización y, singularmente, para el resultado de los comicios del 20-N, en el que tras el varapalo de las autonómicas, el PSOE se juega todo a una carta con las encuestas en contra. "No hay interés. Eso significa que la militancia está desmovilizada. Y así no se puede hacer una campaña electoral", advierte Antonio Fernández Valenzuela, ex presidente de la Diputación. Roque Moreno, exsecretario del PSOE en Alicante y expresidente de la agrupación provincial, pone el énfasis en las políticas anticrisis de Zapatero y en la percepción de los militantes de que los socialistas debían haber manejado la situación económica sin abandonar al electorado progresista.

Roque Moreno coincide, por ejemplo, con el abogado Juan Antonio Román -secretario del PSOE de Alicante durante unos meses hasta que dimitió por su oposición al plan de Rabasa- en la pujanza que están tomado fuerzas políticas, a día de hoy, más atractivas para el electorado tradicional socialista y alertan, en el caso de que no se produzca un cambio de rumbo, de un proceso que podría diluir el peso de los socialistas como fuerza progresista hegemónica. Angel Franco, exsenador, admite, aunque con prudencia, que es un un debate "delicado". Sólo los dirigentes que avalan a la actual dirección del PSPV, caso de Elena Martín, evitan reconocer de puertas hacia fuera el problema. "Es una anécdota", asegura la también portavoz en Alicante.

Gestora socialista de Alicante

Luna: "Me preocupa. Y mucho. Pero el partido es un reflejo de la sociedad"

El presidente de la gestora socialista en Alicante, Ángel Luna, se mostró preocupado, en general, por la desafección que muestra, de forma global la ciudadanía y por extensión la organización socialista. "El partido -apunta Luna- es un reflejo de la sociedad". Sin embargo, el máximo responsable del partido en la capital no da excesivo valor a las bajas cifras de asistencia en las últimas asambleas. "Era una reunión en la que los militantes proponían y sin una trascendencia real. Y, en la segunda parte del acto, hubo un gran debate interno. Nosotros hacemos asambleas y siempre se interpretan en negativo. Peor es lo del PP, que ni siquiera se reúne", reflexionó Luna. P. r. f.

Dirección provincial del PSPV

Barceló: "Cuesta arrancar el curso político. Pero estamos animados con Rubalcaba"

Ana Barceló, secretaria provincial del PSPV y diputada en las Cortes, no ve, por contra, que haya "desafección" entre la militancia. "No se ha registrado ninguna baja desde el incremento de las cuotas", aseveró. Sí reconoció que los socialistas "venimos de una campaña electoral y está costando mucho arrancar el curso político". En este sentido, se mostró convencido, en todo caso, de que las dos conferencias políticas programadas -una para el fin de semana que viene en la ciudad de Valencia y otra dentro de tres en Madrid- "nos van a ayudar a incrementar la implicación de los militantes" y, además, elogió el papel que está ejerciendo Alfredo Pérez Rubalcaba. P. r. f.