Ketamina, speed, polvo de ángel, salvia divina, estramonio. Son nombres habituales para centenares de jóvenes que cada fin de semana se embarcan en un viaje que en muchas ocasiones acaba en el hospital.

Sólo en la ciudad de Alicante se atiende mensualmente en urgencias de los hospitales de Sant Joan y del General a medio centenar de jóvenes que han ingerido alguna de las llamadas drogas de uso recreativo. Y en el Hospital del Vinalopó de Elche, 70 jóvenes han sido atendidos desde marzo por los efectos adversos de estas sustancias.

El estramonio es, en las últimas semanas y tras las dos intoxicaciones en una fiesta rave de Getafe, la más popular de una larga lista de sustancias que crece y cambia a velocidades de vértigo para eludir la ley. "Con una química sencilla se puede hacer una variación sobre el componente de una droga, para que de este modo no sea ilegal", explica Pilar Pérez, responsable de la Unidad de Conductas Adictivas del departamento de salud Alicante-Sant Joan. De esta forma, "los jóvenes pueden acceder con una enorme facilidad, a estas sustancias".

En este sentido, la Unión Europea, según el último informe del Observatorio Europeo contra las Drogas, detectó en 2009 un total de 24 nuevas sustancias psicoactivas sintéticas, algunas de ellas con propiedades medicinales indicadas para el tratamiento del dolor. El informe alerta de que estas sustancias "se comercializan a través de internet o en tiendas especializadas, en las llamadas "smart shops", como si fueran legales y se diseñan para eludir los controles de drogas". Un ejemplo son unos preparados de plantas, los "spice drugs", que aunque se venden como incienso se consideran el sustituto "legal" del cannabis por sus elevados efectos psicoativos, según el Manual de Adicciones para Médicos Especialistas en Formación. Países como Alemania ya lo han prohibido.

Pese a que las cifras de consumo de estas sustancias en la provincia no son especialmente alarmantes, en comparación con otras drogas como la cocaína o el alcohol, y se mantienen estables en los últimos años, los expertos hacen hincapié en la baja percepción de riesgo de quienes las consumen.

Y es que sus efectos secundarios pueden llegar a ser mortales, como se puso de manifiesto con las dos intoxicaciones por estramonio de Getafe. "Esta planta ya se consumía en la antigüedad en los aquelarres como alucinógeno. Su principio activo es la atropina y sus intoxicaciones suelen ser mortales", explica Pilar Pérez. De la misma familia son el LSD y otras sustancias como la mescalina o la amanita muscaria, un tipo de setas alucinógenas.

"Kit-kat", "Special K" o "Vitamina K" son los diferentes nombres con los que se conoce a la ketamina, "un anestésico de uso veterinario que muchos jóvenes calientan en el microondas para cristializarlo y consumirlo a través de la nariz o de manera oral y cuyos efectos son parecidos al llamado polvo de ángel, te deja anestesiado pero con el cerebro funcionando", como en un estado cataléptico.

No es el único anestésico del que se sirven algunos jóvenes durante sus noches de fiesta, "también se utiliza el éxtasis líquido, que nada tiene que ver con el éxtasis normal". Este último, de la familia de las anfetaminas al igual que el speed o el cristal, "no llegan a ser alucinógenos pero tienen efectos psicoestimulantes, varían la percepción de las cosas que nos rodean". El patrón de consumo de estas sustancias "se limita normalmente a los fines de semana y con el objetivo de buscar el subidón rápido y relativamente barato".

El verdadero problema llega cuando se mezclan con otras sustancias, "en la mayor parte de los casos con el alcohol y el cannabis". Pero también con tranquilizantes inductores del sueño, "bien para potenciar la sensación de "colocón" o para reducir los efectos de la sobreestimulación provocada por el consumo de las otras sustancias", explica Pilar Pérez.

Un cóctel que, según señala Rogelio Pastor, responsable del Servicio de Urgencias del Hospital General provoca en quien lo consume "ansiedad, hiperactividad, agitación, taquicardias o arritmias". En este hospital se ha llegado a atender algún caso de intoxicación por consumo de estramonio.

Aumento de los ingresos hospitalarios de jóvenes por trastornos mentales

El consumo de drogas recreativas se mantiene a unos niveles relativamente bajos si se compara con otras drogas como la cocaína o el alcohol. En este sentido "la demanda de tratamiento por estas sustancias es insignificante en comparación al resto", señala Nicolás Condes, psicólogo y coordinador terapéutico de Proyecto Hombre.

Sin embargo, los efectos que el consumo de drogas está teniendo sobre la población juvenil no deja de preocupar a los especialistas. De hecho, según los últimos datos de la Conselleria de Sanidad, los ingresos hospitalarios por causas mentales han aumentado, tanto en la provincia de Alicante como en el conjunto de la Comunidad Valenciana, un 4% en un año. Los trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, constituyen en este sentido la principal causa de ingreso hospitalario entre los jóvenes. Problemas que en muchos casos guardan una relación directa con el consumo de drogas. Y es que está estudiado que cualquier enfermedad psiquiátrica requiere de una predisposición y de una circunstancia que la active. En este sentido, las drogas actúan como un desencadenante de la enfermedad mental.