La vieja estación de autobuses dará su cerrojazo definitivo después de 64 años abierta al público y el lunes la nueva terminal ubicada frente la avenida de Loring pasará a operar con el 100% de las líneas. El traslado definitivo de la estación coincide con la anulación del contrato para construir y explotar un parking debajo del inmueble de la calle Portugal, que llevaba aparejada la creación de una plaza en la superficie y la rehabilitación de la fachada del edificio. Así lo confirmó ayer el concejal de Tráfico y Transportes, Juan Seva, quien anunció que la única empresa interesada en el proyecto -la UTE formada por Licuas y Tarancón Infraestructuras- acaba de renunciar al contrato por motivos financieros.

Ahora, el Ayuntamiento volverá a sacar a licitación el concurso, pero teniendo en cuenta que al anterior se presentó una única empresa, la intención es abaratar el importe del contrato que, según Seva, ascendía a 23 millones de euros. Para ello, indica que se está planteando eliminar del pliego de condiciones la obligación del adjudicatario de rehabilitar el exterior del edificio de la vieja estación de autobuses. Sí se mantendría, no obstante, la exigencia de construir sobre el aparcamiento la nueva plaza de Séneca y el plazo de concesión de 40 años para explotar el aparcamiento. Aunque el concejal insiste en que la intención es sacar adelante el concurso "en el menor tiempo posible", resulta evidente que este contratiempo retrasará el inicio del proyecto.

A la espera de que se acometan las actuaciones previstas en la zona, el viejo edificio se cerrará a cal y canto y se cercará la zona de los andenes y la explanada que ha quedado tras el derribo de varios edificios. A las 4.30 horas de la madrugada del lunes está previsto que parta el último autobús de las dependencias de la calle Portugal y así por la mañana todos los vehículos entrarán y saldrán de la nueva terminal, ubicada junto al barrio portuario de Heliodoro Madrona.

Como se recordará, las nuevas instalaciones comenzaron a funcionar el 1 de septiembre con el 80% de las líneas, ya que las de largo recorrido -operadas por Bacoma y Enatcar con destinos a Andalucía, Madrid y Barcelona- continuaron en la antigua. El lunes, a partir de las 9.15 horas, estas últimas líneas ya saldrán desde la nueva terminal. En cuanto a la primera semana de funcionamiento de la nueva estación, el edil resaltó que está "satisfecho" porque "no se han producido aglomeraciones" de tráfico.

Según Seva, a partir del mismo lunes se cercará con vallas la zona de los andenes de la vieja terminal y en sus alrededores se habilitarán una veintena de aparcamientos en zona azul hasta que comiencen las obras del futuro parking. Durante una semana, la antigua terminal estará abierta, pero sólo para que el personal de las compañías termine de hacer la mudanza y para ofrecer información sobre el traslado a los viajeros. Para ello, también se instalarán en ella carteles explicativos y mapas para indicar la ubicación de la nueva terminal. Una vez pasada esa primera semana, se procederá a sellar las ventanas y a instalar rejas en la entrada principal para evitar el acceso. El concejal informó también de que en el exterior se mantendrá la parada de taxis de la calle Portugal, si bien su espacio se reducirá.

Un centro sanitario para el que no hay fecha

La intención municipal es reconvertir la estación de la calle Portugal en un centro sanitario y que, mientras tanto, siga albergando las dependencias de Protección Civil. Estas últimas se encuentran ubicadas en la planta superior del inmueble y se prevé dotarlas de un acceso directo para que puedan seguir funcionando pese al cierre de la terminal. Sin embargo, el Ayuntamiento todavía no se ha fijado ningún plazo para acometer la rehabilitación interior del edificio, construido por el arquitecto Félix de Azúa y abierto por primera vez al público en 1947.

El futuro Plan General de Ordenación Urbana confiere al inmueble una protección parcial y obliga a proteger íntegramente la nave central -dando la posibilidad de eliminar las casetas de venta de billetes- así como los dos frescos de Gastón Castelló que decoran las paredes interiores del edificio.

Actualmente, los murales del artistas alicantino se encuentran muy deteriorados por la humedad y el paso del tiempo. Las pinturas, alusivas a la ciudad y a la provincia, están repletas de desconchones puesto que su última restauración se realizó en 1970, hace más de treinta años. El concejal de Tráfico y Transportes, Juan Seva, confirmó que los frescos se mantendrán y se rehabilitarán "en un futuro" junto a la actuación que se acometa para remodelar el interior del inmueble.