El juez de Orihuela en funciones de guardia dejó ayer en libertad con cargos a tres detenidos por presunto tráfico de drogas a los que se les imputa un delito contra la salud pública y otro de amenazas con uso de arma, después de que la Guardia Civil haya desarticulado una plantación de marihuana localizada en un chalet de Aspe, presuntamente controlada por los detenidos, a los que también se les acusa de haber efectuado una descarga de siete kilos de hachís en Dolores, localidad en la que fueron apresados. En el vehículo, los agentes de la Guardia Civil hallaron también una pistola de 9 milímetros.

Los tres -dos españoles y otro árabe cuya nacionalidad no ha trascendido, defendidos por el letrado José Luís Sánchez Calvo- fueron puestos en libertad tras el interrogatorio, dos de ellos bajo fianza de 1.000 euros, pese a la solicitud del fiscal, que pidió prisión para todos, según fuentes judiciales. La operación llevaba abierta dos meses.

Por otro lado, otros tres detenidos en El Campello pasaron ayer a disposición del juez de Instrucción número 6 de Alicante, en funciones de guardia, tras hallar la Guardia Civil en el registro de una vivienda vinculada con los imputados seis plantas de marihuana, además de 0,8 gramos de cocaína y una balanza de precisión.

Investigación abierta

El juez dejó a los tres en libertad con cargos, si bien la investigación sigue abierta, ya que se sospecha que puedan pertenecer a una banda organizada relacionada con otras siete personas que se encuentran en prisión preventiva.

La dueña de la vivienda donse se hallaron las plantas durante el registro declaró en el puesto de la Guardia Civil un día antes, pero fue puesta en libertad nada más terminar su declaración, según fuentes judiciales.