El proyecto del Centro de Congresos sufre su enésimo revés. La Conselleria de Cultura ha puesto nuevas objeciones al Plan Sangueta -en el que se enmarca está infraestructura- y eso supone retrasar la tramitación para la aprobación definitiva del plan urbanístico. En el escrito elaborado por Patrimonio se considera que el proyecto debe dar mayor protección al conjunto de edificios que conforman la estación de tren de La Marina y que debe contemplar la necesidad de construir una valla de protección para evitar dañar los depósitos de combustible que lindan con la actuación.

Estos son los dos bienes protegidos que se encuentran afectados por el Plan Sangueta. En cuanto a la Estación de la Marina, Cultura sostiene que únicamente se cataloga el antiguo edificio de viajeros "si bien para el resto del conjunto no existe ninguna protección que le afecte y, por tanto, no existen motivos que impidan la eliminación de esos elementos" y puedan derribarse. Es por ello que la Conselleria propone al Ayuntamiento que dentro de la documentación del plan se contemple "el mantenimiento del edificio de almacén o muelle de carga, ya que está adosado al edificio protegido" y considera que debe "configurarse como elemento de valor arquitectónico e histórico".

Sobre los antiguos depósitos de combustible, desde la Conselleria admiten que el Plan Sangueta "no ejerce ninguna afección sobre ellos", pese a lo que propone, como medida preventiva por su proximidad, que se construya "una valla de protección" mientras se ejecutan las obras.

Desde la Gerencia Municipal de Urbanismo sostienen que no sólo están de acuerdo con las peticiones de Cultura, sino que aseguran que es algo que ya habían contemplado en el proyecto a raíz de unas alegaciones recibidas anteriormente y que volverán a remitir la documentación en la que se recoge la protección del muelle de carga a la Conselleria. El gerente de Urbanismo, Enrique Sanus, señaló que la intención municipal es remitir de forma inmediata la documentación y las aclaraciones solicitadas para que la Conselleria pueda tenerlo sobre su mesa "en una semana".

Aunque desde Urbanismo tienen intención de responder con celeridad, otra cosa es lo que tarde Patrimonio en remitir su informe favorable, que es vinculante para aprobar el plan urbanístico. En cualquier caso, aunque las subsanaciones a realizar no son de calado, los reparos puestos suponen hacer más gestiones y, por tanto, demorar los trámites.

Según Sanus, después del visto bueno de Cultura únicamente faltaría el informe definitivo por parte de la Conselleria de Urbanismo para sacar adelante el plan. Algo que, según el gerente, podría producirse "en dos o tres meses" si los trámites siguen su curso sin demoras.

Aunque la aprobación del plan no es imprescindible para iniciar el Centro de Congresos, el contar con todos los informes favorables que precisa sí podría agilizar su inicio. Así lo afirman fuentes municipales, que consideran que una vez que el Plan Sangueta cuente con el visto bueno de todas las administraciones, el Consell ya no tendrá más motivos en los que escudarse y podrá declarar de interés público las obras del Centro de Congresos, prometido hace más de 15 años. Eso permitiría tramitar su construcción de forma paralela al plan y no seguir la vía ordinaria, más lenta.

La tramitación habitual supondría que, una vez aprobado el Plan Sangueta, habría que esperar al proyecto de urbanización y al de reparcelación para poder iniciar su construcción. Mientras, con la declaración de interés público el inicio de las obras podría comenzar de forma inmediata, siempre y cuando hubiese financiación para ello.