Los vecinos del Casco Antiguo urgieron ayer al gerente del Patronato Municipal de la Vivienda, Gaspar Mayor, el desbloqueo de los aparcamientos proyectados en el barrio ante las necesidades de estacionamiento que tienen los residentes, quienes señalan que ni siquiera la entrada en funcionamiento de las restricciones en el acceso de vehículos a través de un sistema de videovigilancia ha mejorado las opciones para dejar el coche. Los asistentes a la reunión con el gerente del Patronato, celebrada anoche en el claustro de la Concatedral de San Nicolás, se interesaron por las fechas de inicio de obras del estacionamiento de la Medina, que ocupará la parcela del viejo colegio San Roque una vez que éste sea derribado, y por la reanudación de la construcción del parking del Portón, que lleva meses paralizado. También preguntaron cuánto costarán esas plazas ya que el problema que tienen los vecinos del Casco Antiguo es, según explicaron ellos mismos, el nivel adquisitivo medio-bajo de muchas de las familias, lo que les restaría posibilidades a la hora de acceder a las mismas.

En la reunión, la presidenta de la asociación de vecinos del Casco Antiguo, María Dolores Peretó, reiteró a Gaspar Mayor la petición realizada al Ayuntamiento para que, mientras tanto, se habilite un espacio con vallas para los vecinos en Balseta, donde podrían aparcar los vecinos hasta que se construya el parking de la Medina.

El gerente del Patronato de la Vivienda expuso a los asistentes la situación actual de ambos proyectos. En el caso del Portón, la estructura está en pie y "parada a falta de acabarla" y el de la Medina está aprobado por la Junta de Gobierno pero aún no se ha empezado a construir. "El problema en ambos es la falta de financiación", dijo. Por este motivo,el Patronato pensó en una cesión de derechos de uso por 40 años pero encontró cierta oposición de los vecinos del Casco Antiguo ya que cada plaza costaría entre 18 y 20.000 euros "y muchos de ellos no disponen de esa cantidad, por lo que accederían a esas plazas vecinos de zonas aledañas como la Rambla o Alfonso El Sabio". Ante el malestar de los residentes, Mayor habló con la alcaldesa para que gestionara con el Consell la aprobación de un préstamo de consideración especial como inversión productiva, que se devolvería con los arrendamientos, lo cual, según la misma fuente, está garantizado ya que hay una lista de espera de más de 200 personas. El alquiler rondaría los 85/90 euros.

El Patronato espera recibir el visto bueno del Consell y se ha fijado finales de octubre como plazo. De no conseguir ese préstamo especial, "tendremos que optar por la cesión de uso y muchos vecinos se quedarían sin aparcamiento", de ahí que la entidad necesite el apoyo de los afectados en las gestiones que están realizando.

Por otra parte, los vecinos preguntaron si el nuevo colegio de San Roque comenzará o no a construirse en enero, como se prevé.

Dudas sobre el sistema de control de tráfico con cámaras

Los vecinos también expusieron las dudas que tienen con respecto a la peatonalización del Casco Antiguo ya que el sistema de control de acceso con cámaras no termina de convencer a buena parte de ellos. La presidenta de la asociación explicó que hay dos puntos por los que se siguen "colando" coches porque no hay cámaras, en concreto por Primo de Rivera, y por la calle San Juan por dirección prohibida. Sobre el control semafórico, Gaspar Mayor dijo que "no ha quitado aparcamiento, al contrario, ha liberado espacio porque antes había coches en todos los cruces y ahora no". El gerente del Patronato admitió que la causa de que pueda haber menos plazas es la urbanización del Casco Antiguo. En este sentido, mostró fotos a los vecinos de las plazas de Santa Faz, Santa María o San Nicolás repletas de coches antes de la peatonalización. "Hay sitios que había que reservar al peatón y con ello ha mejorado la imagen del Casco Antiguo. Además es un barrio bien comunicado, y la distancia más larga al tranvía o al autobús es de 400 metros".