Una pesadilla que ha ido empeorando más y más. Sin luz ni agua en la vivienda. La madre se había marchado del domicilio familiar. Y ayer uno de los dos niños que se habían quedado solos en la vivienda se cayó por la ventana, después de que el padre les dejara en casa mientras él se iba a buscar chatarra. Todo indica que la caída se produjo cuando el pequeño se descolgaba por un cable eléctrico de la fachada del edificio que alcanzó desde su ventana y que se acabó rompiendo. El menor de ocho años de edad sufrió fracturas en el cúbito y el radio. Sin embargo, a pesar de que las lesiones no revestían en principio gravedad, el padre ha sido detenido por la Policía por un presunto delito de abandono de menores.

Los hechos ocurrieron sobre las 16.00 horas de la tarde de ayer en la calle Diputado Joaquín Galant, el barrio conocido como Virgen del Carmen. Los dos hermanos, de ocho y once años, habían sido encerrados en la vivienda por su padre mientras éste salía a recoger chatarra por la calle como suele hacer a diario. El más pequeño trepó desde la ventana al cable y acabó precipitándose al vacío tras descolgarse la instalación. Al parecer era un juego que ya habían practicado en otras ocasiones, aunque hasta ahora habían tenido suerte. El niño fue atendido por una ambulancia del SAMU y trasladado al Hospital General de Alicante, donde su pronóstico era leve. En la caída, sufrió una fractura del cúbito y el radio.

Vecinos del inmueble relataron a este diario que el padre se había quedado solo con ellos después de que su mujer le dejó hace dos meses. La familia vivía sin luz, ni agua a consecuencia de su precaria situación económica. Los vecinos relataron que siempre se llevaba a los niños con él, pero que ayer había optado por dejarlos en la casa mientras él se ausentaba.

La madre estaba en paradero desconocido, por lo que cabe la posibillidad de que los Servicios Sociales tengan que intervenir. El padre pasará en breve a disposición judicial.

ANTECECEDENTES

Los ecos del "Callejón de la Muerte"

La familia llegó a la calle Diputado Joaquín Galant hace cerca de tres años con motivo de los realojos que se hicieron en el llamado "Callejón de la Muerte". La Policía expulsó a cerca de cuarenta familias conflictivas que vivían en esos inmuebles y llegaron nuevos inquilinos una vez que el Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA) procedió a remodelar estas viviendas. Hasta ese momento, la zona era considerada como una de las de mayor delincuencia de la provincia. En la imagen tomada ayer, un niño mira el cable por el que trepaba el pequeño en el momento en el que se produjo la caída . J. A. M.