Materiales de construcción tirados, solares llenos de maleza y suciedad y una vieja casa en ruinas llena de basura. Uno puede encontrar todo esto paseando por la Condomina, entre la avenida del mismo nombre y la calle Historiador Vicente Ramos. Se trata de uno de los barrios más mimados de la ciudad, lo que no impide que haya zonas necesitadas de una actuación urgente y cuyo estado ha provocado las quejas y denuncias de los vecinos, no sólo por la pésima imagen sino porque suponen un peligro para los residentes y visitantes. El caso del chalé situado entre las calles Asunción Valdés y Abelardo Rigual es especialmente sangrante. Un vecino cuenta que es un viejo colegio; otro que durante un tiempo albergó un restaurante. Da igual. Ahora no es más que un inmueble ruinoso lleno de pintadas y de suciedad que suscita la indignación de los vecinos, especialmente los de la urbanización Parque de las Azaleas, situada frente a la vieja casona. "Es una vergüenza que eso esté así", señala una de las vecinas de la urbanización quien asegura que ahí se meten indigentes, chavales con la litrona y niños a jugar, y es especialmente peligroso porque hay escombros, el techo está medio caído y cualquier día vamos a tener un disgusto". Efectivamente, el chalé está destrozado, con el tejado medio desplomado, hierros tirados, paredes apuntaladas con frágiles tablones de madera y basura por doquier. La valla que da acceso al inmueble está rota por la zona que da a la calle Asunción Valdés con lo que nada impide que niños y mayores accedan al inmueble. "Nos planteamos recoger firmas entre los vecinos y presentarlas en el Ayuntamiento para que derriben la casa porque resulta muy peligrosa e incluso han tenido que venir varias veces los Bomberos porque la gente que entra ha prendido fuego", señalaba otro vecinos al respecto. Por su parte, el portavoz de la Asociación de Vecinos de la Condomina Paco Huesca considera que "hay que exigir que tiren eso de inmediato. Es vergonzoso y además supone un peligro porque se le puede caer a cualquiera una pared o un trozo de tejado encima".

Pero el viejo chalé no es el único elemento descuidado de la zona. La crisis de la construcción ha provocado que algunas de las promociones de viviendas previstas se hayan paralizado dejando en su lugar solares descuidados e incluso con material de construcción abandonado. Es el caso de un s0lar ubicado entre las calles Historiador Vicente Ramos y Tridente. La parcela está vallada pero llena de matojos y suciedad. En su interior hay palés, ladrillos, una grúa en el suelo, bloques de hormigón y hierros, ofreciendo una imagen descuidada pese a las flamantes urbanizaciones que la rodean. Éste no es el único solar lleno de maleza en la zona. "Hay incluso alguno que es de propiedad municipal y que últimamente han vallado y limpiado un poco" señala Huesca a este respecto. El portavoz vecinal ha llevado este tema ante el Síndic "porque el estado de los solares es deplorable y hay que exigir al Ayuntamiento que los tenga en buenas condiciones o que obligue a los propietarios a limpiarlos".