El paro y el recrudecimiento de la crisis se han cebado con la economía familiar de muchos alicantinos y cada vez son más quienes no pueden hacer frente a sus obligaciones fiscales. De ahí el aumento de la morosidad que se ha producido este año en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de Alicante, también conocido como contribución. Los recibos impagados durante el periodo voluntario de abono de este impuesto, que concluyó en mayo, ascienden a 31.325, lo que supone un 18% más que durante 2010. Y eso pese a la posibilidad a la que se han acogido más de un millar de familias a aplazar o fraccionar el pago sin abonar intereses.

El Ayuntamiento de Alicante ha enviado los recibos impagados, por importe de 7,4 millones de euros, a SUMA Gestión Tributaria para que reclame el abono a los deudores con un recargo y ese dinero pueda ser ingresado en las arcas municipales.

Pese al aumento de la morosidad, el importe global recaudado con el principal impuesto municipal asciende a 67, 4 millones de euros, una cantidad ligeramente superior a la del año anterior. Y es que, aunque el tipo impositivo se encuentra congelado, han salido a cobro más recibos porque se siguen incorporando nuevas viviendas procedentes de los últimos coletazos del boom inmobiliario debido a la tardanza en los trámites para darlas de alta en el catastro. De ahí que este año se incorporaran un total de 6.665 nuevas casas y locales al censo del IBI municipal.

La recaudación por el impuesto del IBI supone el mayor ingreso municipal, por lo que teniendo en cuenta la situación de crisis, el Ayuntamiento de Alicante ha puesto en marcha mecanismos para evitar la morosidad y facilitar el pago.

La Concejalía de Hacienda, dirigida por Juan Seva, ofrece la posibilidad de aplazar o fraccionar los pagos sin ningún recargo, siempre que se solicite durante el periodo de pago voluntario. Así lo contempla la legislación, que recoge literalmente que "las deudas tributarias que se encuentren en periodo voluntario podrán aplazarse" previa solicitud del interesado "cuando su situación económico-financiera le impida, de forma transitoria, efectuar el pago en los plazos establecidos".

El Ayuntamiento también ha flexibilizado las condiciones para los desempleados. De hecho, de cara a la campaña recaudatoria de este año, desde Hacienda se firmó un decreto en el que se le dan facilidades para solicitar el aplazamiento o el fraccionamiento del pago tras comprobar que "la difícil situación económica que atraviesa nuestro país, que deriva de la falta de trabajo, dificulta a muchos contribuyentes hacer frente al pago de sus impuestos en el plazo establecido".

Requisitos

Fuentes de Hacienda indican que cualquier ciudadano que tenga domiciliado su recibo del IBI puede solicitar que se le divida el pago del impuesto en dos, tres o cuatro veces o pedir que se le aplace hasta el 20 de septiembre sin ningún interés de demora. Cualquier ciudadano puede solicitarlo aportando un certificado de la renta, algo que no se les requiere a las personas en paro. De esta manera, aseguran desde la concejalía, "se intenta facilitar al ciudadano el pago de los impuestos en un momento tan complicado como el actual por la situación de crisis".

Durante el año 2010, solicitaron aplazamientos o fraccionamientos del impuesto un total de 1.700 alicantinos. Este año, sólo en el caso de los fraccionamientos, se han registrado 5.000 accesos al formulario de solicitud y se han formalizado 1.200 peticiones, de las que más de la mitad se han rechazado por no estar el recibo domiciliado o no cumplir los requisitos.