Los trabajadores de la recogida de basuras y de limpieza de la ciudad irán a la huelga a partir del 29 de este mes y con carácter indefinido. Así lo acordó ayer por unanimidad el comité de empresa en representación de los 550 empleados fijos de Inusa, la mercantil adjudicataria de esta contrata municipal. El sólo anuncio de la huelga ha provocado la inmediata reacción municipal, que ya anuncia pagos a la empresa para intentar evitarla, y de la oposición, que arremete contra la mercantil y el Ayuntamiento.

La convocatoria de la huelga fue respaldada por todos los representantes sindicales sin excepción. Respondían así al malestar generado entre los trabajadores por la decisión de Inusa de no pagar a mediados de mes un anticipo de la paga, pese a que así se establece en el convenio colectivo suscrito por la parte empresarial y la laboral en junio pasado tras año y medio de negociaciones. A este incumplimiento se unen otros, según el comité de empresa, especialmente el impago de los atrasos que se les adeuda a los trabajadores desde enero de 2010.

La convocatoria de la huelga fue comunicada anoche a los trabajadores en una asamblea multitudinaria celebrada a las 22,30 horas, lo que provocó que el servicio de recogida se iniciará con retraso. A partir de ahora se emprenden los trámites para la consecución de la huelga, que incluye un acto de conciliación entre trabajadores y empresa ante el tribunal de arbitraje, de la Conselleria de Trabajo, en una fecha aún por determinar de la semana próxima. Esta mediación es clave ya que de no conseguirse ningún acuerdo la huelga prácticamente sería imparable.

La posibilidad de esta huelga ha provocado la inmediata reacción del PSOE y EU. Así, el concejal socialista Pablo Rosser señala, en un comunicado, que "la posible huelga de los trabajadores de Inusa es responsabilidad única y exclusiva de una mala gestión de la empresa concesionaria municipal, y del Ayuntamiento, como responsable último de la misma". Rosser añade que "el Grupo Socialista está dispuesto a sentarse, hombro con hombro con el equipo de gobierno e Inusa para buscar de manera inmediata las soluciones que hagan posible suspender la huelga", ya que "no es siquiera imaginable que una ciudad que pretende situarse a la cabeza del turismo de calidad tenga el servicio de recogida de basuras y limpieza de calles en huelga, en plena temporada y con nuestras calles llenas de visitantes".

Rosser reclama al equipo de gobierno que ponga las cuentas encima de la mesa y haga público si se paga en tiempo y forma a la contrata, y recalca que "sería una gravísima irresponsabilidad que fuera el propio Ayuntamiento el que pusiera en peligro la recogida de basuras y la limpieza de calles por una mala gestión y, en este caso, por un posible retraso en el pago de los servicios que se prestan".

Por su parte, Ángeles Cáceres, edil de EU manifiesta, en un escrito, que "la decisión de Inusa de no hacer efectivo el pago de sus salarios a los trabajadores de la empresa, obedece a una estrategia de la mercantil al utilizarlos como elemento de presión sobre el Ayuntamiento para que haga efectiva la deuda que tiene contraída con la mercantil".

La concejala de EU afirma que "es un escándalo que la empresa esté empleando a los trabajadores como rehenes para ejercer presión sobre el Ayuntamiento para hacer efectiva la deuda que tiene contraída de 30 millones" y anuncia que propondrá sanciones a la empresa y "la denuncia de la concesión de la contrata" .

En cuanto a Inusa, fuentes de la mercantil indicaron que no se pronunciarán sobre este asunto hasta recibir del comité de empresa la notificación oficial de la huelga.

Castedo anuncia pagos a la empresa para evitar el paro

La alcaldesa de Alicante, que ayer presidió la Junta de Gobierno y que a partir de hoy retoma las vacaciones hasta el día 25, manifestó sobre este conflicto que el Ayuntamiento había acordado ayer el pago de dos certificaciones "con las que creo que se podrá hacer frente al pago" a los trabajadores. Además, Sonia Castedo indicó que a primweros de septiembre el Ayuntmaiento aprobará una modificaicón presupuestaria para abonar servicios extraordinarios a Inusa. Por su parte, el edil de Hacienda, Juna Seva, a preguntas sobre el conflicto, indicó que desconocía la cantidad adeudada a Inusa y la atribuyó a servicios extraordinarioa, aunque reconoció que el ritmo de pago municipal "puede no ser adecuado para los compromisos de Inusa con sus trabajadores".