Las quejas de los vecinos de los barrios próximos a las obras de AVE parecen tener respuesta. Adif anunció, a través de un comunicado, que se endurecerán las medidas de control medioambiental para garantizar la menor emisión de polvo posible, así como reducir al máximo las molestias acústicas derivadas del ruido de las máquinas.

El pasado mes de junio, un importante número de vecinos de San Blas mostraron su malestar ante la cantidad de polvo esparcido por calles, casas y vehículos, provenientes de la construcción de las vías que permitirán la llegada de la alta velocidad a Alicante. Asimismo, la comunidad de propietarios "Villa Teresa II", situada en la zona más próxima a las actuaciones, presentó ya dos quejas ante la Gerencia de Urbanismo, en las que exigió que la empresa respete las horas de descanso de los vecinos -de 14.00 horas a 16.00 y por la noche-, adecúe sus trabajos para que se elimine la emisión de polvo y subsane los daños ocasionados en las viviendas.

De momento, la entidad pública garantiza que se realizarán barridos y baldeos permanentes en las zonas de obras y viales, así como incrementará el riego de los caminos para lograr que la tierra permanezca húmeda. Por otro lado, exigirá a las mercantiles especializadas de transporte la cubrición máxima de materiales áridos.

Por otro lado, Adif recordó que con carácter previo al comienzo de las obras, diseñó unos procedimientos constructivos que centralizan la recepción de los materiales procedentes de la excavación, que son separados mediantes un "desarenador" para evitar emisiones de polvo.