El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, enmendó ayer la plana a dos de sus consellers que en los últimos días se habían mostrado favorables a implantar fórmulas de copago en los servicios públicos. La caja de los truenos la levantó el pasado lunes su conseller de Justicia, Jorge Cabré, al proponer crear una tasa para evitar que se sature la Justicia. La medida generó ayer un bronco cruce de argumentaciones, que saltó a la escena nacional, y que Fabra, al que la polémica pareció pillar desprevenido, trató de zanjar al asegurar que todavía es "muy pronto" para abrir este debate. En un encuentro con periodistas tras entrevistarse con el presidente de la Diputación de Castellón y, preguntado sobre las declaraciones de Cabré, indicó que era "prematuro" plantear el pago de una tasa en Justicia. Las declaraciones del jefe del Consell suponen una rectificación en toda regla a Cabré, aunque también una conciliación con la estrategia de la dirección nacional del PP que evita asumir públicamente unas medidas claramente impopulares.

Pero no sólo Cabré salió trasquilado con las declaraciones del presidente de la Generalitat. Hace unos días, el titular de Hacienda se mostró defensor de "medidas disuasorias progresivas en función de los niveles de renta que acaben con el gratis total". Y en concreto, se mostró a favor de que el paciente asuma una parte de su atención en urgencias cuando el facultativo considere que se ha abusado del servicio.

De hecho, ayer, el máximo responsable del Consell tampoco se mostró partidario de que los ciudadanos asuman una parte del coste del sistema sanitario y aseguró que hablar de la fórmula del copago es ponerse "en el caso más extremo". En este sentido, Fabra señaló que antes de tener que recurrir al copago es necesario resolver otras cuestiones, como "la mejora" del sistema de financiación estatal. "No quiero llegar a esa situación, porque creo que el modelo sanitario que tenemos es uno de los mejores de Europa; es cierto que hay que hacer ajustes, pero hablar de copago como la primera medida que debo tomar me parece una barbaridad", destacó Fabra.

Eso sí, el presidente de la Generalitat hizo un alegato en contra del actual modelo de financiación de las comunidades autónomas y responsabilizó al Estado de la deuda que arrastra el Gobierno autonómico. Según Fabra, "si hubiéramos tenido desde un principio el dinero que le corresponde a esta comunidad por número de habitantes, la deuda que tenemos, que no ha sido más que fruto de hacer inversiones, de hacer colegios, centros de salud, hospitales, institutos y carreteras, no sería tan alta; podríamos estar hablando de la mitad de deuda".

El presidente acusó al Gobierno central de "ningunear" a los valencianos y denunció que las arcas estatales hayan rebajado en 800 millones de euros al año su aportación a la Comunidad. A este respecto, el presidente valenciano instó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a ser "responsable" y, en caso de no tener recursos económicos suficientes, que convoque a todas las partes implicadas, es decir a las comunidades autónomas, para plantear soluciones que permitan resolver cuanto antes los problemas de financiación.

Con su defensa de un cambio en el sistema de financiación y su rechazo, aunque no taxativo, Fabra intentó calmar los ánimos después de que el conseller de Justicia propusiera la posibilidad del copago en este servicio. Los partidos políticos de la oposición y agentes sociales se mostraron contrarios y reclamaron mantener el actual modelo público. En el sector de la Justicia, Cabré encontró algunos apoyos.. El PSOE, por su parte, aprovechó la polémica para tratar de poner contra las cuerdas a Rajoy. El portavoz del Gobierno y ministro de Fomento, José Blanco, calificó de "broma" que se plantee el copago en Justicia, si bien recordó que es la tercera área de la administración en la que desde el PP se plantea una medida así, después de la sanidad y la educación.

Blanco instó a la dirección nacional del PP a "desautorizar" la medida. "En el fondo el PP tiene ideas que no plasma en un programa electoral aunque formen parte en su ideario", asestó.

No es la primera vez que el Consell tiene que apagar un fuego similar. Cuarenta y ocho horas después de que los populares ganaran las pasadas elecciones autonómicas, el portavoz del PP, Rafael Blasco, apostó por abordar el copago en los servicios públicos. El alegato de Blasco, durante una entrevista televisiva, pilló a muchos por sorpresa, entre ellos a sus propios compañeros de partido. Así, el anterior conseller de Sanidad, Manuel Cervera, tuvo que salir enseguida a la palestra a desmentir que el Consell estuviera estudiando implantar tasas a los ciudadanos por ir al médico.