El cierre del paso a nivel de la calle Ausó y Monzó ha provocado que en la práctica sólo exista una alternativa, el puente rojo, para comunicar las dos partes de la ciudad divididas por el trazado ferroviario, provocando una gran densidad de tráfico y hasta su saturación. Y sin embargo, existe otra alternativa que podría descongestionar el puente rojo y canalizar una parte relevante de la circulación, incluyendo el transporte pesado, según señalan fuentes técnicas consultadas. Se trata de un segundo puente, construido por Renfe el pasado año y que salva el trazado ferroviario por la zona industrial de la Florida. En la actualidad está prácticamente inutilizado pero bastaría con acondicionar un viario de unos 500 metros para conectarlo con el Pau 1 y la Gran Vía.

El puente rojo saturado y un poco más arriba, a apenas 1.200 metros, existe un segundo puente "muerto de risa", por su reducida utilización, limitada a los escasos vehículos que lo conocen y que se atreven a acceder a él por el maltrecho camino con el que conecta. Este segundo paso elevado es una obra de ingeniería importante, ya que salva la playa de vías de Renfe mediante un amplio arco con robustos pilares de hormigón. Tiene un total de cuatro carriles, divididos por una mediana central, pero dado su poco uso actual sólo hay dos en servicio, uno en cada sentido, aunque los otros dos podrían utilizarse mediante la ejecución de una pequeña obra.

La potencialidad de este segundo puente es tal que su puesta en marca permitiría aliviar no sólo el puente rojo, sino también el tráfico por el tramo de la Gran Vía de La Florida y la avenida de Orihuela, otra avenida muy castigada por la circulación .

Para esta puesta en marcha sólo sería necesario acondicionar un viario que conectara este segundo puente con el Pau 1 y la Gran Vía, de las que sólo le separan unos 500 metros.

Esta conexión del puente con el Pau 1 permitiría, en primer lugar, desviar todo el tráfico pesado que desde el tramo de la Gran Vía del polígono de San Blas, conocido como avenida de Doctor Jiménez Díaz, se dirija a la zona industrial de La Florida y de la carretera de Ocaña. Pero es que, además, también podría ser el desvío para todo el tráfico pesado que se dirija a la autovía. Esto sería factible por la buena conexión del puente. Hay que tener en cuenta que el único acceso en condiciones a este paso elevado se hace a través de la avenida del Zodiaco, un amplio viario en uso aunque pendiente de urbanizar, que discurre pegado al tanatorio de La Siempreviva, paralelo al Vial de los Cipreses y que conecta con la carretera de Ocaña, la carretera nacional 330 a Madrid, a través de la plaza de la Luna.

También desde la plaza de la Luna se enlaza con la avenida del Mare Nostrum, otra amplio y ya urbanizado viario que conecta directamente con la autovía.

Pequeña obra

La única obra a ejecutar, además de adecentar el firme de la avenida del Zodiaco, sería, como ya se ha indicado, habilitar un vial asfaltado desde el puente hasta el Pau1, conectando con la avenida del Médico Ricardo Ferré, de la que apenas le separan 500 metros. Esta conexión sería suficiente ya que el Pau 1, situado a espaldas del Polígono de San Blas, está adosado y comunicado a la Gran Vía.

La rentabilidad de esta obra se fundamentaría en el tiempo en que el puente rojo va a permanecer como la única conexión entre las dos partes de la ciudad que divide la playa de vías de Renfe. En principio, se calcula que durarán alrededor de un año las obras en ejecución para el soterramiento de vías entre el citado puente rojo y el paso de Ausó y Monzó, aunque la llegada del Ave se hará esperar un poco más ya que está prevista para finales de 2012.

No obstante, una vez concluidas las obras del soterramiento citadas y eliminada la Playa de vías en superficie, se deberá urbanizar el terreno que quede liberado entre los puntos citados, que incluirá las calles que conectarán las dos partes de la ciudad ahora divididas. Será sólo a partir de este momento cuando el puente rojo dejará de ser la única alternativa. Hablar de plazos en estos momentos es complicado pero lo que es seguro es que para que se produzca esta circunstancia se deberá esperar más de un año.

Las fuentes técnicas consultadas insisten en que, en estas circunstancias, está totalmente justificado y sería rentable que se habilite un acceso para la plena utilización de este segundo puente sobre Renfe.