Un curso intensivo en la Universidad de Alicante y un verano repleto de clases de francés fueron los dos primeros obstáculos que Héctor Vidal, estudiante de DADE (Derecho y Administración de Empresas), tuvo que sortear para poder llegar a Estrasburgo (Francia) como becado Erasmus por un año.

"Académicamente no creo que compense, ya que el nivel es muy alto y no logras aprobar todas las asignaturas, pero es una gran experiencia personal y un curso acelerado de idiomas", afirmó Vidal, quien consideró que de ningún modo la estancia Erasmus se puede denominar como un año sabático: "Tienes que realizar un gran esfuerzo, al menos en esta ciudad no estábamos de fiesta todos los días". Asegura que en cada conversación que tiene con otros universitarios recomienda esta beca, que le ha permitido "conocer otra cultura, otros puntos de vista" y en gran medida "me ha hecho madurar".