José Ramón Luis-Yagüe habló recientemente de las aportaciones de Farmaindustria al sistema sanitario en el marco de unas jornadas organizadas por el Hospital de Sant Joan. Hoy el sector de los laboratorios farmacéuticos está en pie de guerra por las medidas que propone el Ministerio de Sanidad para ahorrar, entre ellas la de recetar principios activos.

¿Cuál es el papel de la industria farmacéutica en nuestro sistema nacional de salud?

Es un colaborador del sistema nacional de salud a través de varios cauces: de los ensayos clínicos, con el apoyo a la investigación o facilitando los medicamentos que los médicos necesitan para sus pacientes. Otra de nuestras señas de identidad es nuestro papel como industria, que genera 40.000 puestos de trabajo directos y más de 200.000 indirectos.

También defienden su papel como fuente de investigación.

Sí, el 20% de la investigación que se hace en España la desarrolla la industria farmacéutica. En 2009 pusimos en marcha el "Programa +I", de colaboración público-privada, mediante el cual la industria puso 50 millones para cofinanciar con las comunidades proyectos de apoyo a la investigación. Este programa ha permitido que se destinen 5 millones a la Comunidad Valenciana. Lamentablemente, se ha tenido que paralizar a raíz de los últimos decretos ley .

Ustedes entran en todas los planes cuando de ahorrar se trata, ¿qué les parece?

Generalmente se traslada una imagen de la industria farmacéutica muy relacionada con el gasto farmacéutico, como si el gasto fuera el gran problema del sistema nacional de salud, y no es así. Tenemos un sistema magnífico, pero con un importante problema de financiación, faltan 10.000 ó 15.000 millones. Si el sistema tuviera la financiación que necesita, el gasto farmacéutico, que hoy en día parece un problema, no sería tal. No tiene sentido decir que el gasto farmacéutico es un problema cuando cada mes baja y tenemos los medicamentos más baratos de la Unión Europea.

¿Puede la industria farmacéutica soportar más recortes?

No hay más margen de recorte. En la última década el sector ha sufrido 12 recortes. Los dos últimos han supuesto un impacto de 2.100 millones al año, lo que supone que el sector el año pasado prescindió de 5.000 trabajadores, entre ellos muchos investigadores. En los próximos tres años tendremos que retraer de la investigación 300 millones. Además, el discurso que a veces se hace de apoyo a los genéricos también hace daño a la industria innovadora.

¿Por qué les hace daño el apoyo al medicamento genérico?

Se está haciendo una política de apoyo a los genéricos que no tiene sentido, como si los genéricos no fueran industrias que van a ganar dinero. Son exactamente industrias farmacéuticas, como la industria innovadora, con una diferencia. La innovadora emplea los beneficios en desarrollar nuevos medicamentos y la de los genéricos en copiarnos. Además, los genéricos no tienen la misma eficacia que uno de marca porque actualmente se acepta un más menos 20% en la biodisponibilidad, que es la cantidad de principio activo que tienes en plasma. Esto se nota mucho en los medicamentos de estrecho margen terapéutico, que son especiales y su efecto terapéutico, en cuanto hay una pequeña variación, el paciente lo nota. Son medicamentos biológicos, para la epilepsia... que no se pueden sustituir por genéricos.