La recesión económica ha agudizado este año la crisis de clientes que padece la circunvalación de peaje de Alicante -7.256 vehículos en 2010- y ha aumentado, además, el colapso que sufre la A-70 (ronda gratuita) en la autovía A-7 que hasta septiembre soportará intensidades medias de tráfico de 40.000 vehículos diarios.

En un principio, se esperaba que la vía de peaje inaugurada en 2007 absorbiera en 40 años prácticamente el 80 por ciento del movimiento de vehículos de la primera circunvalación -unos treinta mil vehículos- pero cada año que pasa esta vía pierde tráfico e, incluso, a finales de año la concesionaria entró en el paquete de autopistas que ha recibido un préstamo del Gobierno para evitar su quiebra.

Según los últimos datos, el tráfico en la autopista que gestiona la concesionaria Ciralsa volvió a caer un 10 por ciento el año pasado, porcentaje de descenso que se elevó hasta el 32% en el número de camiones, tan solo 520 en todo el año, según el balance de Fomento. El Ministerio enviaba esta misma semana un informe demoledor al Ayuntamiento de Alicante en el que se cuestiona la viabilidad de la implantación de la multinacional Ikea junto a la circunvalación.

El estudio de Fomento, que es vinculante, advierte de que no admitirá la implantación del macrocentro comercial mientras no demuestre que no merma la operatividad de la autovía. Recordar que un informe de la Universidad de Alicante también alertó en su día de que Ikea podría colapsar la "colapsada" A-70.

La adjudicación del proyecto de la circunvalación de peaje de Alicante incluyó la construcción de un tercer carril entre Elche y Crevillent en ambos sentidos de la A-7. En ese momento, los técnicos de la Conselleria de Infraestructuras, autora del proyecto, estimaron que esta dotación sería suficiente para aliviar el tráfico en la autovía que conecta la Comunidad Valenciana con Murcia, ya que los atascos en la primera circunvalación acabarían con la apertura de la ronda de pago entre El Campello y el final de la autovía del Camino de Castilla que enlaza Elche con Monforte del Cid.

El caso es que ambas vías tienen la misma longitud (30 kilómetros) pero, tanto los conductores que llegan a Alicante procedentes de Murcia y, sobre todo, Madrid en dirección a Benidorm y Valencia, como los que lo hacen en sentido inverso, se resisten a tomar la autopista, pese a que el peaje tampoco es elevado. Tres euros en hora punta.

La gran perjudicada es la A-70, que arranca tras el peaje de la AP-7 en Sant Joan, y continúa hacia el aeropuerto atravesando Vistahemosa, Villafranqueza, el campus de San Vicente y el acceso a la A-31. Intersecciones que reciben una intensidad de tráfico que en los días puntas del verano puede llegar a los 60.000 vehículos, lo que genera grandes retenciones. Sólo en julio y agosto por el aeropuerto de El Altet pasan unos 3 millones de pasajeros y el 80% utiliza la circunvalación para llegar a sus destinos.

Tercer carril

La solución pasaría, según expertos consultados, por construir un tercer carril (Sant Joan-El Altet) como se hizo entre Elche y Crevillent. Opción complicada, más que por el coste, por la excesiva ocupación del suelo en la zona por donde discurre la A-70. Prácticamente no queda un metro cuadrado de suelo para ampliarla, según apuntan expertos en urbanismo consultados por el periódico.

El Gobierno adjudicó el 13 de febrero de 2004 a la empresa Ciralsa la construcción y gestión durante 40 años de la segunda circunvalación, que es de peaje para los tráficos de largo recorrido. El presupuesto alcanzó un total de 445 millones de euros, debido a que la concesión llevó aparejados otros proyectos viarios, entre ellos la circunvalación de El Campello.

La circunvalación de peaje, inaugurada el 11 de diciembre de 2007, comienza en el final de la AP-7 en El Campello y sigue hasta Monforte del Cid en dirección Madrid y en el Camino de Castilla, donde conecta con la A-7 hacia Murcia y la autopista Alicante-Cartagena, también con una delicada situación financiera.

Ciralsa pertenece al consorcio ACS, Abertis y Caja Madrid (ahora Bankia).

Una concesión en la que participa Bankia hasta 2047

El Gobierno aprobó a finales del año pasado una inyección de 270 millones de euros a pagar hasta 2013 para ocho sociedades concesionarias de autopistas deficitarias y en riesgo de quiebra tras no haberse cumplido las expectivas de tráfico. Entre ellas la segunda circunvalación de Alicante. El tráfico medio diario está en 7.256 vehículos, cuando la estimación más optimista era alcanzar los treinta mil a lo largo de los cuarenta años de concesión.

La sociedad Ciralsa invirtió 445 millones de euros en la construcción de una vía que agiliza sobremanera el paso por Alicante, pero que se abrió justo cuando comenzó la crisis económica que ha reducido un 20 por ciento el tráfico medio en las autopistas españolas.

En el caso concreto de la segunda circunvalación de Alicante, el tráfico medio en 2009 fue de 8.502 vehículos, un 25% menos que en 2008 (10.668), según los datos del Ministerio de Fomento. La situación se agravó en 2010 y las previsiones para este año no son mejores. F. J. B.