El paso a nivel de Ausó y Monzó, que conecta los barrios de San Blas y Princesa Mercedes, se cerró ayer definitivamente para poder acometer las obras que permitirán la llegada del AVE a la ciudad en el año 2012. El primer día del cierre al tráfico del paso transcurrió sin grandes problemas de circulación. Y eso que la única alternativa para que los coches puedan atravesar las vías se limita al paso elevado del Puente Rojo, en la Gran Vía. El motivo es que este paso a nivel era cada vez menos utilizado por los conductores por la frecuencia de paso de los trenes y las consiguientes esperas tras la barrera.

Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) recuerdan que el paso a nivel se ha cerrado definitivamente a los vehículos y que, pese a las obras que se acometen en la zona para la llegada del AVE, se ha reservado un paso para facilitar a los peatones el cruce de un barrio a otro. Las mismas fuentes señalan que el paso peatonal se mantendrá hasta que llegue la Alta Velocidad, momento en el que se suprimirá por completo el paso a la altura de Ausó y Monzó. De esta forma, a partir de 2012, ni peatones ni vehículos podrán cruzar por allí. Desde esta entidad indican que el tren de Alta Velocidad saldrá en superficie en el tramo entre el Puente Rojo y el paso a nivel, pero recuerdan que posteriormente esa zona quedará soterrada, lo que permitirá utilizar el terreno que se libere en la superficie.

Por el momento, el Ayuntamiento estudia algunas de las alternativas planteadas por los vecinos de los barrios afectados por el corte del paso a nivel. Al respecto, el edil de Tráfico y Transportes, Juan Seva, señaló a este diario que se está estudiando la posibilidad de construir un vial de conexión entre San Blas y Princesa Mercedes cuando las vías se encuentren soterradas a la altura de la calle del Capitán General Gutiérrez Mellado. El concejal destacó que para ello deben contar con la autorización de ADIF y "debe estar finalizada la primera fase de la obra, lo que se prevé para finales de año".

Aunque Seva incide en los escasos problemas de circulación derivados del corte, asegura que desde su departamento ya han elaborado un estudio para reordenar el tráfico en los barrios afectados por el cierre del paso a nivel. El concejal planteará los cambios a los vecinos y "si es viable lo pondremos en funcionamiento".

Aunque desde hace años se han repetido las protestas de vecinos para pedir la supresión del paso a nivel por su peligrosidad, los residentes consideran que su desaparición perjudica a la comunicación de sus barrios. El presidente de la asociación de vecinos La Vía, Mariano Pastor, incide en que sus peticiones se encaminaban a que se soterraran las vías y se construyese un vial sobre los terrenos liberados o un paso elevado para los vehículos, pues considera que la supresión deja "sin conexión" a los barrios afectados.