La deuda viva de los ayuntamientos de la provincia alcanza cifras históricas. En plena crisis, con el paro desbocado y sin visos de una recuperación inminente, los consistorios ya adeudan a bancos y cajas 980 millones de euros. O lo que es lo mismo, cada alicantino debería desembolsar una media de 508 euros para poner a cero el contador del endeudamiento municipal, según reflejan los datos que acaba de publicar el Ministerio de Economía y Hacienda, referentes al cierre del pasado año.

El informe estatal saca a la luz datos curiosos. Por ejemplo, que Elche debe más dinero que Alicante a las entidades financieras. Y eso, pese a que cuenta en su término municipal con 103.000 habitantes menos que la capital. El consistorio ilicitano -uno de los últimos bastiones socialistas hasta el pasado 22 de mayo- arrastra una deuda viva de 160,2 millones de euros, mientras que la cifra de Alicante se queda en 152,6. Pero donde realmente se entiende el alcance de esas cantidades es haciendo una comparativa con su población. Mientras que cada ciudadano censado en Elche tendría que gastarse 694 euros para cancelar la deuda de su consistorio, cada alicantino debería abonar sólo 456.

La nueva alcaldesa ilicitana, Mercedes Alonso (PP), cargó ayer con dureza contra el anterior equipo de gobierno y subrayó que los datos del Ministerio sacan a relucir "su nefasta gestión". La primera edil aseguró que Alejandro Soler y el resto de concejales socialistas de la anterior Corporación "no tenían ideas" para la ciudad y, además, "han llevado a Elche a tener ni más ni menos que 36.000 parados". "Estas cifras -agregó- evidencian por qué la ciudadanía optó por un cambio de gobierno".

El podio de las localidades más endeudadas con las entidades financieras -deudas comerciales al margen- lo cierra Benidorm, con 84 millones. Sólo entre estos tres municipios suman el 40% del montante global de dinero que debe toda la provincia.

Comparativa

Precisamente, esos 980 millones sitúan a Alicante como la quinta demarcación española que más dinero adeuda, sólo por detrás de Madrid, con 7.726 millones; Barcelona, con 3.417; Valencia, con 1.730; y Málaga, con 1.202. Como dato llamativo, los ayuntamientos alicantinos deben más que todos los de Castilla La Mancha (718), País Vasco (640) y Galicia (641).

Desde que el Ministerio de Economía hace públicos los datos de la deuda viva de los ayuntamientos españoles (2008), las cifras de la provincia han crecido un 19%. Al cierre de ese año, la cantidad ascendía a 824 millones, mientras que ahora roza ya los 1.000, al igual que ocurrió al cierre de 2009. Concretamente, el pasado año el endeudamiento cayó levemente respecto al ejercicio anterior debido a las recomendaciones que lanzó el Ejecutivo central. A mediados de 2010, el Gobierno quería prohibir que los consistorios se endeudaran más hasta 2012, pero finalmente tuvo que dar marcha atrás ante la oleada de críticas que recibió. Eso sí, a los que ya vulneraban el techo de deuda legal, fijado en el 120% de los ingresos liquidados el año anterior, ya no pudieron solicitar más fondos a bancos y cajas. El Gobierno debía autorizarles esas operaciones y, en la mayoría de los casos, no lo hizo. De ahí que haya caído, aunque en apenas 18 millones, el endeudamiento.

Por el contrario, el principal motivo de que la deuda municipal haya crecido tanto en los últimos años, especialmente desde que estalló la crisis, se debe a la merma de ingresos locales por la construcción de viviendas.

Tal y como ha venido informando este diario en los últimos días, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) pasó a mejor vida desde 2008 y los ayuntamientos dejaron de percibir ingentes cantidades de dinero. Muchas plantillas funcionariales se habían incrementado de manera notable en pleno boom y un elevado número de localidades acometieron obras de renombre que requieren de un mantenimiento nada económico. Pero entonces la recesión se instaló en el país. Las corporaciones se vieron obligadas a recurrir al crédito y dejaron hipotecado a medio plazo el futuro de sus municipios.