Dice que se siente humillada, que se encuentra en tratamiento psicológico y ha decidido presentar una queja en el Ayuntamiento alicantino "porque no consigo superar lo ocurrido". Soledad Reverte Llamas vive en Alicante pero es natural de Lorca y, tras el terremoto, decidió realizar una cuestación para recaudar fondos para la reconstrucción del santuario de la Virgen de las Huertas de Lorca para lo cual solicitó un permiso en el Ayuntamiento el 8 de junio.

El viernes 17, al no haber recibido autorización por escrito, se dirigió al consistorio donde se le indicó que podía instalar la mesa petitoria y no se le pusieron restricciones sobre el lugar donde realizar las peticiones. En la denuncia que Soledad ha presentado, se indica que optó por instalar una mesa petitoria en la Explanada y también por pedir apoyos en el Mercado Central, donde conserjes y miembros de la Policía Local le exigieron "que retirara la mesa y que dejara de pedir tratándome como si fuese una pedigüeña o una delincuente delante de personas que me conocen".

Soledad recibió el día 21 la autorización firmada para solicitar las ayudas en la calle para Lorca con fecha del 17 de junio, pero el incidente ya había ocurrido. Soledad ha denunciado el mal trato de que asegura haber sido objeto ya que "el santuario para el que hacía la petición era mi parroquia, y el párroco conocía el tema y él mismo me mando la cuenta de la CAM donde debíamos ingresar la recaudación, pero los policías y conserjes del Mercado no quisieron saber nada y nos trataron como a delincuentes".