Ni la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal lo entiende. Después de rastrear durante meses los pormenores económicos que rodearon el viaje que en verano de 2008 realizó el entonces alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, junto a la edil Sonia Alegría a la isla de Creta a bordo de un jet privado, los agentes no encuentran una explicación al hecho de que fuera una empresa sin vinculación aparente con el actual diputado autonómico la que abonara 36.000 de los 45. 000 euros que costó el alquiler del avión.

En un informe policial presentado el pasado día 29 en el juzgado que instruye la rama del Brugal (que pretende esclarecer si Alperi y la entonces edil de Urbanismo y actual alcaldesa, Sonia Castedo, facilitaron información privilegiada del planteamiento urbano de la ciudad al empresario Enrique Ortiz a cambio de regalos, entre los que supuestamente se encontraría este viaje) los agentes concluyen que fue la mercantil Rocafort de Negocios S.L., cuyo único socio es Ricardo Fuster, la que consta que abonó 36.000 euros a la sociedad Best Fly S. L. por el alquiler del aparato, dejando el resto del importe, hasta el total de 45.000 euros, en unos plazos de los que no se precisa que se hayan abonado.

De Ricardo Soler sólo se apunta su relación con la sociedad pagadora y que tiene su domicilio en Valencia, aunque otras fuentes no policiales señalaron que el empresario podría tener una relación de amistad con Alperi.

Tampoco entienden los agentes, según consta en el informe, por qué el pago final a la empresa aeronáutica propiedad de un familiar del actual presidente de las Cortes, Juan Cotino, se realizó a través de una sociedad interpuesta, Rivaflecha S. L., dado que, según los investigadores, "no puede definirse como sociedad intermedia, ya que no cobra ningún tipo de comisión, sino es con una finalidad de ocultación de tal actividad".

En el informe policial no aparece el nombre de Enrique Ortiz a quien Policía y fiscal, a tenor de las conversaciones intervenidas, le atribuyen haber gestionado el viaje del exalcalde (consiguiendo una rebaja, según las escuchas) e incluso haberlo pagado. El resultado del informe se ha recibido con alivio en el entorno del empresario por entender que confirma que Ortiz nada tuvo que ver con el abono del alquiler del jet.