Donde había libros ahora habrá niños. La saturación de los colegios públicos de la zona de playas ha obligado al C.P. Voramar a vaciar su biblioteca para poder habilitar un aula que acoja la nueva línea de tres años prevista para el próximo curso escolar. La medida, necesaria para poder escolarizar a todos los niños de la zona, priva al centro de un lugar de consulta y realización de actividades educativas, obligándole asimismo a repartir su colección de más de 6.000 libros por las diferentes aulas del colegio o a donar parte del material a otras entidades por falta de espacio.

El colegio, que hace unos años ya hubo de ser reformado para dar cabida a una nueva aula de tercero y dos clases para niños con necesidades educativas especiales, se encuentra ahora totalmente saturado por una situación que, según declaró la vocal del AMPA Chelo Carcelén, se debe a "una total falta de planificación por parte de la Consellería de Educación". La consecuencia, según denunció Carcelén, será "un descenso en la calidad de enseñanza de los chicos de la zona, ya que no se les ofrecen los medios necesarios".

Además de la creación de una nueva aula en el C.P. Voramar, el próximo curso escolar contempla la acogida, por parte de los colegios de El Faro, La Albufereta y La Condomina, de seis nuevas aulas para los alumnos de tres y cuatro años que no caben en las clases ya existentes. Estas seis aulas, repartidas entre los tres colegios de la zona de playas, forman parte del todavía inexistente centro número 55, o "colegio fantasma", según lo denomina el director del colegio Voramar, José Manuel Parra, debido a que el colegio todavía carece de solar y fecha de construcción.

Es por ello que Carcelén demanda que se comunique "dónde y cuándo se construirá el colegio 55, pues es lo que hará que la zona se descongestione", considerando que "por falta de previsión los niños de la playa no van a tener la educación que merecen". Según indicó, "cuando se realizaron los planes de urbanización de la zona ya se preveía que iban a venir parejas jóvenes que formarían familias, por lo que no se explica la situación actual". Además, la vocal del AMPA critica que los responsables "cedan toda la responsabilidad a los maestros y padres" y que, sin embargo, luego "se echen las manos a la cabeza cuando salen las cifras de fracaso escolar".

Mientras el centro número 55 sigue pendiente de planificación, los colegios de la zona se ven obligados a prescindir de infraestructuras contempladas por la Ley Orgánica de Educación (LOE), así como a aumentar el número de alumnos por clase. Por ello, según indica el director del colegio Voramar, la ratio de Primaria ha sido aumentada en los últimos años de 25 a 28 alumnos por aula, mientras que el comedor escolar se organiza ya en tres turnos diferentes para dar cabida a todos los solicitantes.

Por último, según indica una profesora del centro, la nueva medida de transformar la biblioteca en un aula contrasta con el plan de mejora de las bibliotecas escolares, promovido por el Ministerio de Educación en 2010. Según comenta la maestra, el plan dotó a los colegios de fondos cuyo gasto "solo podía ser justificado en forma de libros", los mismos que hoy han tenido que ser sacados de la biblioteca y guardados en cajas.