Pasaban escasos minutos de las nueve de la noche cuando la primera carroza del "Coso multicolor", formada por la Belleza Infantil y sus damas, inició el primero de los tres trayectos que realizarían desde la Plaza de los Luceros para poner punto final a uno de los actos más populares de las fiestas de las Hogueras. Y es que el "Coso multicolor" se consolida año a año en popularidad y en animación pese a ser éstas las denominadas "Hogueras de la crisis". En total, fueron más de 12.000 personas las que se apostaron en la avenida de Alfonso El Sabio para ver pasar a 50 carrozas con las más de 500 bellezas y damas del fuego que han dado color este año a la fiesta alicantina.

Durante la hora larga que duró el desfile de carrozas, tanto la imaginación como la diversión se dieron la mano en un acto sincero y emotivo. Pero, sobre todo, fue un acto lúdico. Porque toda la avenida quedó llena de confeti de colores. Y no era para menos, ya que las dos toneladas que se utilizaron impregnaron primero el cielo y luego el suelo de este punto neurálgico de la ciudad de Alicante.

Música, decoración, arte e ilusión,... Todo estaba representado en las carrozas de las Hogueras, que asombraron tanto a los alicantinos como a los de fuera. Recreaciones de arte clásico, figuras de caballos del ajedrez, un castillo, una torre, la cabeza de un elefante o una cobra fueron algunas de las formas que adquirieron las carrozas. Todo ello endulzado con la música folclórica alicantina que salía de la megafonía dispuesta a animar la fiesa del coso. Un maridaje que, junto a los ropajes de mujer alicantina, hizo que los gritos de "guapas y guapas" se repitieran durante todo el desfile, al igual que los flashes de las cámaras de fotos, que no dejaron de funcionar a lo largo y ancho de todo el evento.

Un acto en el que las primeras que mejor se lo pasaron fueron, cómo no, las más de 500 belleas y damas que desde lo alto de sus carrozas lanzaron confeti a todos los visitantes. La vistosidad de este año, si no en cantidad, si superó al de las Hogueras de 2010 en ilusión y alegría con las dos toneladas de confeti.

Cuando terminó el desfile, los más pequeños todavía querían más "guerra" y recogieron montones de confeti para iniciar su particular batalla festiva.