Francisco Camps arrancará su tercer mandato con un Gobierno renovado en el que sólo repiten tres consellers -Paula Sánchez de León, Maritina Hernández y Serafín Castellano-; alejado, con la única excepción del propio presidente de la Generalitat, de las investigaciones por corrupción; y en el que, sin embargo, Alicante sale claramente perjudicada en el reparto de competencias -la provincia pierde el control sobre Economía y también sobre la gestión de las Infraestructuras- de un Ejecutivo que queda limitado a diez consellers -seis hombres y cuatro mujeres-, tres menos de los que había hasta ahora. Abandonan la gestión Vicente Rambla, Gerardo Camps o Rafael Blasco, que habían aparecido ligados en los últimos meses a investigaciones por casos de supuesta corrupción, para dar paso a un equipo de marcado perfil técnico con Paula Sánchez de León como número dos y ya principal aspirante en la carrera por la sucesión; y José Císcar, después de desplegar un papel clave en el relevo de Joaquín Ripoll en la Diputación, como hombre fuerte de la provincia en los sillones del Gobierno.

Alicante pierde una vicepresidencia y el control de la conselleria de Economía, hasta ahora dirigidas por Gerardo Camps. Pero también se queda sin la gestión de las Infraestructuras, el área inversora del Consell por excelencia, que estaba en manos de alicantinos desde 1995 cuando el PP llegó a la Generalitat y que, sucesivamente, han ocupado Luis Fernando Cartagena, José Ramón García Antón y, finalmente, Mario Flores, titular de la conselleria durante los últimos cuatro años y defenestrado ahora por Camps. Tampoco recupera la provincia el control ni sobre la política hídrica, al mando de Maritina Hernández, una de las pocas supervivientes; ni sobre Turismo, en manos ahora de Lola Johnson, que tendrá que dejar vacante la dirección de Televisión Valenciana, para ser la imagen del nuevo Gobierno como portavoz y hacerse cargo de un departamento que sumará a las competencias de Turismo también las de Cultura y Deportes.

A cambio, José Císcar, convertido en el referente de Alicante en el Consell que acompañará a Camps en este inicio de su tercer mandato, tendrá que lidiar con una nuevo conselleria que agrupará Educación, Formación y Empleo. Además, el jefe del Consell tira de cantera y ha optado por ascender a los alicantinos Luis Rosado y Jorge Cabré para gestionar, respectivamente, la conselleria de Sanidad y un departamento que agrupará Justicia y Bienestar Social. Es decir, que la provincia seguirá sin dirigir la política turística, al tiempo que dejará de tener una influencia directa en el diseño de las políticas económicas y en el reparto de las infraestructuras. Por contra, los tres consellers alicantinos tendrán a su cargo departamentos con un alto porcentaje del presupuesto dedicado a pagar funcionarios, con poco margen de maniobra y que, con toda seguridad, van a sufrir los efectos de los recortes que, obligatoriamente, va a tener que aplicar el Consell de Camps para intentar cuadrar sus maltrechas cuentas. En números, cinco consellers más el presidente son de Valencia, tres de la provincia y dos de Castellón.

Con menos poder para Alicante pero también sin rastro -con la única excepción del propio jefe del Consell, aún pendiente de la decisión sobre la apertura de juicio por los trajes de Gürtel- de investigados por corrupción. Quedan fuera del Gobierno, dejando al margen a Juan Cotino, los dos primeros vicepresidentes. Vicente Rambla figura entre los dirigentes involucrados en el sumario ligado a la operación Gürtel que investiga la supuesta financiación ilegal del PP. Están pendientes de que el TSJ decida sobre las posibles imputaciones. Y Gerardo Camps apareció en una pieza vinculada a Brugal, ya archivada. El jefe del Consell desvinculó el relevo de Rambla de esta situación y aseguró que "es inspector de Hacienda y un profesional de primera". Al hasta ahora titular de Economía le vaticinó una carrera enfocada "a la política nacional". No en vano, Gerardo Camps abandonará en pocos días su escaño en las Cortes para marcharse a Madrid como senador territorial.

Finalmente, Rafael Blasco, cuya gestión en Solidaridad se ha encontrado con las denuncias judiciales de la oposición por la distribución de fondos entre ONGs, se tendrá que centrar en su labor como síndic del PP en las Cortes. Tampoco ha contado Francisco Camps con otros dirigentes implicados en alguno de estos sumarios como Ricardo Costa o Milagrosa Martínez. "A ustedes -dijo el jefe del Consell a los periodistas- les interesa mucha pero hay 1,2 millones de valencianos que han refrendado nuestras políticas", despejó Camps sobre Gürtel. El resto las despachó con de forma lacónica: "Muchas gracias".

En clave interna, Camps premia, obviamente, a Paula Sánchez de León, directora de la última campaña electoral del PP, que se queda como vicepresidenta única y con la bendición del jefe del Consell para convertirse en su relevo en el caso de que los avatares judiciales empujen a Rajoy a forzar la dimisión de Camps. Y a dirigentes territoriales en las dos provincias -Alicante y Castellón- en las que, de cara a 2012 y después de las elecciones generales, se tiene que resolver la renovación de las direcciones provinciales del PP tras la caída de Joaquín Ripoll y la renuncia de Carlos Fabra. Se trata de José Císcar, en los últimos dos años delegado del Consell en Alicante; y de Isabel Bonig, alcaldesa de Vall d'Uixó y que, a partir de ahora, será la responsable de Infraestructuras, Territorio y Vivienda, una de las consellerias con mayor poder inversor del nuevo Ejecutivo.

Camps suplirá la caída de consellers como los citados Rambla y Gerardo Camps junto a otros como Manuel Cervera, Belén Juste, la alcoyana Trini Miró o Mario Flores con un Consell de perfil técnico y cargos que ocupaban puestos en el segundo escalón o como altos funcionarios. En ese grupo están los dos responsables del nuevo equipo económico -Enrique Verdeguer, ex director de Comercio Exterior; y José Manuel Vela- que llevarán, respectivamente, Economía, Industria y Comercio y Hacienda y Administraciones Públicas o los mencionados Luis Rosado y Jorge Cabré. Serafín Castellano completa el Gobierno y repite en Gobernación. Hoy se celebrará la toma de posesión.

"Repetiré en 2015,

si el PP, la salud y

la vida me dejan"

Durante su intervención ante los periodistas en la que, en esta ocasión, sí aceptó preguntas, el presidente de la Generalitat, inmerso en la investigación judicial de una de las piezas de la operación Gürtel, ligó el diseño del nuevo Ejecutivo con su intención de repetir en 2015 como candidato a la presidencia de la Generalitat para un cuarto mandato "si el PP, la salud y la vida me dejan". P. r. f.