Ni en la cúpula regional del PP ni tampoco en Génova. A muy pocos le han gustado las formas con las que la plana mayor del campismo alicantino ha despachado a Joaquín Ripoll como presidente de la Diputación. Una cosa es promover su relevo y otra muy diferente, apuntaron estas fuentes, la humillación con la que, por ejemplo, la alcaldesa Sonia Castedo se ha empleado apartando a Ripoll, número dos de su candidatura, de las competencias del gobierno local y de la posibilidad de acceder a la dedicación exclusiva en el consistorio. En Madrid, apuntaron fuentes de Génova, entienden que la opearción para relevar a Joaquín Ripoll se tendría que haber llevado con más tacto. "Es un presidente provincial", apuntaron para subrayar la importancia de la operación del campismo.

El todavía mandatario de la Diputación de Alicante se ha dado un respiro para valorar su futuro político tanto en el consistorio alicantino como al frente del PP pero también, sobre todo, para decidir si acepta la oferta de ocupar la presidencia de la Autoridad Portuaria, tal y como le ofreció la cúpula autonómica popular. Ayer, sin embargo, tanto el Consell, después de promover su relevo, como dirigentes del PP proclamaron su intención de contar con Ripoll para el futuro, dentro de la línea de Génova.

Paula Sánchez de León, portavoz del Consell, dejó claro que la Generalitat pondrá encima la mesa una salida de futuro para Ripoll. "Seguirá prestando sus servicios donde los quiera prestar, donde esté, dentro del ámbito público o privado", apuntó la consellera tras ser cuestionada sobre el futuro del presidente provincial del PP. La dirigente popular, que tomó parte en las negociaciones que culminaron con la salida de Ripoll de la Diputación, subrayó que en el PP priman los proyectos "por encima de las personas". Y agregó: "Unas veces estamos, otras no... Tenemos nuestros momentos". Y esa situación "le puede pasar al presidente de la Diputación y a cualquiera que esté en política". La portavoz del Ejecutivo valenciano, con todo, optó por quitar hierro a la polémica entre campistas y ripollistas. Consideró que el varapalo que acaba de sufrir el aún titular de la institución "no es algo extraordinario", sino que "forma parte de la vida misma y de la política".

Y después de Carlos Fabra, ayer fue Alfonso Rus, presidente del PP en Valencia, el que, aunque de forma tibia, lamentó la situación que se ha generado en las filas de los populares alicantinos. "Cada uno tiene su forma de trabajo. En cada lugar hay una estructura. Pero lamento que haya problemas, aunque se solucionarán", aseveró Rus que hace unas semanas mantuvo un encuentro con Fabra y Ripoll en el que el dirigente alicantino ya les trasladó sus dudas sobre su futuro en la Diputación. "Tenemos que limar asperezas, la gente no entiende que dos hermanos se peleen", apuntado Rus antes de destacar que "nuestro enemigo es el PSPV, no el PP".

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, también hizo referencia al relevo de Ripoll en la Diputación. Y ahora elogió su papel en el Consell y en la institución provincial. "Cómo no va a tener salida", respondió. "Es un compañero de partido -añadió- y el PP es un partido integrador en el que no sobra nadie". Acto seguido, la primera edil puso en valor su trabajo de los últimos años: "Ha demostrado la preparación y el saber llevar adelante la Diputación. También lo supo hacer en su momento con la Generalitat y es la persona que está al frente del partido en esta provincia".

Información elaborada con datos de A. Fernández, S. Escribano, P. Rostoll y la agencia Efe.