3.068 millones. Esa es la cifra exacta que adeudan las empresas públicas de la Generalitat a las entidades financieras, según los últimos datos del Banco de España. Esa cantidad es la segunda más alta de toda España -sólo superada por los 7.811 millones de Cataluña- y pone de relieve que el agujero de las sociedades valencianas va en aumento con el paso de los años. Un simple vistazo a las estadísticas del órgano supervisor permite radiografiar rápidamente la evolución económica de las sociedades dependientes del Consell. Y el primer dato llamativo es que la deuda se ha multiplicado por 16 desde que gobierna el PP en la Comunidad. O lo que es lo mismo, desde 1995.

Ese año apenas se adeudaban 191 millones, mientras que al cierre de 2010 -último dato disponible-, la cantidad rebasaba ya los 3.000. Y se trata sólo una parte. Porque la deuda global de todas las empresas públicas del Ejecutivo de Camps -160 a mediados de 2010, según el Ministerio de Economía- es mucho mayor. De hecho, en las cantidades que recoge el Banco de España sólo se computan aquellas sociedades total o parcialmente públicas cuyos ingresos comerciales permiten financiar al menos la mitad de sus costes. En total son 70 y además escapan al control de Bruselas. La deuda de las otras 90 se integra en la cantidad global que debe de la Generalitat. Al menos, de cara a la estadística del Banco de España.

Sólo esas empresas arrastran un endeudamiento mayor que el de todas las sociedades públicas similares de Madrid, País Vasco, Galicia, Asturias y Castilla y León. Entre ellas suman 3.021 millones, 47 menos que las de la Comunidad. Comparando los datos del órgano supervisor con los del Ministerio de Economía además sale a la luz que las firmas valencianas son las que más dinero deben de media. Porque pese a que Cataluña cuenta con una deuda global mayor, su número de organismos también es sensiblemente superior. De término medio, las firmas del Ejecutivo de Francisco Camps deben 43 millones, mientras que las catalanas se quedan en 25. Eso, en las que contabiliza el Banco de España.

La Sindicatura de Cuentas, por el contrario, sí que ha analizado con detalle los estados contables de la práctica totalidad de las empresas públicas valencianas. Su último informe anual, con datos al cierre de 2009, refleja que el endeudamiento global de la red de sociedades, entidades y fundaciones públicas sobrapasaba los 9.000 millones. Las que más dinero adeudan son, y con diferencia, Ciegsa y Radio Televisión Valenciana. La primera, encargada de construir colegios e institutos en la Comunidad, debe a bancos y cajas 2.074 millones, mientras que la segunda alcanza los 1.123.

En ese informe de la Sindicatura de Cuentas también sale a la luz que en 2009, sólo tres mercantiles públicas cerraron el ejercicio con beneficios. Se trata del Sepiva, que impulsa los parques empresariales y los polígonos industriales; Vaersa, que presta servicios de gestión medioambiental, entre ellos el tratamiento de basura; y la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana. Entre las tres apenas ganaron 4,9 millones de euros. En total, todas las empresas públicas valencianas, incluidas esas tres, arrojaron un saldo negativo de 828,9 millones.

Plan de choque

Para tratar de evitar ese aumento imparable de deuda, la Generalitat ha decidido poner en marcha un plan para suprimir firmas públicas o bien reagruparlas. Y curiosamente, la última empresa liquidada fue una de las tres que despidió 2009 con beneficios: la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana. En el pleno del Consell del pasado 27 de abril, el gobierno acordó extinguirla. Con su disolución, son ya dos sociedades y siete fundaciones las que han cerrado la persiana dentro del plan de austeridad de la Generalitat Valenciana. Estos cierres, según los datos que maneja el Ejecutivo, ya permitieron ahorrar alrededor de 1.000 millones en 2009. En total se pretende actuar en el 25% del sector público empresarial y fundacional hasta el año 2012.