La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, incidió durante su discurso en la legitimidad que le han dado las urnas para gobernar y tendió la mano a la oposición para trabajar de forma conjunta y "sin sectarismos". Eso sí, con una condición: "Es necesario que entendamos que la política se dirime en los foros políticos y no en estamentos ajenos", en clara referencia a la creciente judicialización de la vida política. Seguidamente, se mostró convencida de que "lo que las urnas han dicho no puede modificarse en otros lugares". En sus alusiones a la oposición, también recalcó que "el resentimiento permanente y el sobresalto, cuando no el odio, no es una buena estrategia" e incidió en que "atacar a la dignidad de las personas por sistema no se traduce en rédito electoral, como se ha comprobado, sino en un contundente voto de castigo".

Invitó a los grupos de la oposición a "sumarse al trabajo común", pero les advirtió que "si los idearios, las consignas y el maniqueísmo lo impiden el equipo de gobierno sabrá estar a la altura y trabajará las 24 horas para hacer de Alicante una ciudad más próspera y llena de oportunidades".

Castedo señaló que la ciudad "atraviesa momentos difíciles" y, tras ofrecer "la vara de mando a la ciudadanía", resaltó que los ciudadanos "han querido que sea el Partido Popular, al que represento, el que administre los bienes públicos de la ciudad". Por ello, se comprometió a gobernar durante los próximos cuatro años "desde la lealtad, la honestidad, las más altas cotas de responsabilidad política y personal y las necesarias dosis de imaginación, vocación, obligación, ilusión y pasión".

Reiteró que "no es momento de grandes proyectos", sino de "recortes y austeridad". Por ello, abogó por "imprimir raciocinio en la gestión" y destinar todos los esfuerzos a "la salida de la crisis y la generación de empleo". Para conseguirlo, creyó esencial la colaboración ciudadana y el "diálogo social".

Castedo aseveró que "éste ha de ser el mandato de las reclamaciones". La alcaldesa dijo "conocer de antemano la predisposición de la institución provincial para mimar a la capital" y afirmó que desde el Consell "estarán a la altura y atenderán nuestras peticiones". También mostró su disposición a reclamar ayuda al Gobierno y a la Unión Europea.

En su discurso reiteró que "es el momento de una segunda descentralización" que permita a los ayuntamientos "mejorar sus políticas de financiación". En su opinión, "sólo así alcanzaremos la justicia presupuestaria y podremos hacer frente a las inversiones y al mantenimiento de los servicios públicos". "Llamaremos a todas las puertas y lo haremos con decisión", incidió.

En cuanto al modelo de ciudad, Castedo dijo que "es momento para ratificarnos en que "Alicante es y será una ciudad de servicios" que se dispone "a acoger proyectos de primer nivel que la convertirán en todo un referente cultural internacional". Así pues, para la alcaldesa "turismo y cultura serán ejes fundamentales de nuestro desarrollo futuro a corto plazo".

Castedo recordó su compromiso en la creación de un parque tecnológico y su intención de "aportar suelo para industrias punteras no contaminantes". En su referencia a la próxima llegada de la Alta Velocidad, consideró que "multiplicará las oportunidades de negocio" y favorecerá el empleo.

Tras referirse a las actuaciones realizadas contra las inundaciones, la implantación del tranvía o los nuevos servicios públicos en los barrios, indicó que se seguirá trabajando en resolver las carencias de la ciudad. Tras ello, se despidió con un verso de Mario Benedetti para decirle a la gente: "Saben que pueden contar conmigo".