Sólo recuerda que estaba cruzando un paso de peatones cuando se cayó y que lo que primero que pensó fue que era una zanja. Para sorpresa de Sonia Collado, un operario que se encontraba trabajando a pocos metros de donde cayó le dijo que estaba dentro de una alcantarilla a casi seis metros de profundidad. "Me dijo que me tranquilizara, que seguro que no tenía nada de gravedad, pero desde el primer momento la pierna me dolía muchísimo".

En torno a las 12 de la mañana de ayer, la herida se encontraba en una cama de Urgencias del Hospital General a la espera de ser trasladada al Perpetuo Socorro. Cuatro horas después del accidente todavía no se explicaba bien qué había pasado. "No lo entiendo, este tipo de obras suelen señalizarse muy bien. Al parecer, había un operario vigilando, pero en ese momento debió de ausentarse".

Una grave irresponsabilidad, a su juicio, "porque a esa hora hay muchísima gente pasando por esa zona y cualquiera podía haber sufrido un accidente".

Durante las dos horas que permaneció en el suelo de la alcantarilla, Sonia sólo recuerda lo mucho que le dolía la pierna. "Traté de sentarme pero no podía, así que esperé tumbada mientras un operario me traía el móvil (el bolso se había quedado fuera) para llamar a mi familia. Cuando bajó el médico le dije que me pusiera algo, porque no podía aguantar el dolor". A diario esta empleada de la ONCE acude sola a trabajar "y jamás me había pasado algo igual".