El conseller de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, ha afirmado tener la conciencia "tranquilísima" y ha asegurado que no se arrepiente "en absoluto" de las conversaciones que mantuvo con el empresario Enrique Ortiz, imputado por el caso Brugal.

Flores ha sido preguntado en la rueda de prensa sobre si se arrepentía de las conversaciones que aparecen en el sumario del caso Brugal, y en las que éste le comunica oficiosamente a Ortiz la concesión de un concurso público y trasciende que el empresario le regaló un reloj, que el conseller le devolvió.

"Yo no creo que el llamar a una persona para decirle que no acepto un presente sea una cosa para arrepentirse", ha afirmado y ha incidido en que hablar con Ortiz para comunicarle la resolución de un concurso no tiene "más importancia", porque ésta es "una práctica que se hace muy a menudo".

Ha sostenido que ha hablado con Ortiz, como lo ha hecho con "todos los contratistas", porque forma parte de su trabajo que es "atender a todo el mundo" y ha recordado que el resto de veces que aparece su nombre en el sumario son en conversaciones entre el empresario y otros interlocutores.

"Una persona puede decir que es íntimo amigo tuyo y a lo mejor no lo es", ha afirmado Flores, quien ha calificado de "lamentable" que se intente hablar de "un trato de favor" hacia una empresa que ha recibido tres adjudicaciones en cuatro años, a pesar de que ha optado a "multitud" de concursos.

El conseller ha defendido que su actuación, tanto en la empresa privada como en la administración pública, ha sido siempre "recta" y ha añadido que siempre ha sido "muy escrupuloso" en las cuestiones relacionadas con las adjudicaciones y los regalos que ha recibido en función de su cargo.

"Yo mi conciencia la tengo tranquilísima, pero esto a nivel familiar y a nivel de calle es un poco delicado, porque el que intenten hacer creer a la gente que tú estás haciendo algo que no se debe de hacer es muy fuerte", ha manifestado.

Preguntado sobre si su aparición en estas conversaciones puede condicionar su presencia o no en el próximo Gobierno valenciano, ha recordado que esta decisión corresponde al president de la Generalitat, Francisco Camps, "y lo que decida él bien hecho estará".

En todo caso, se ha mostrado convencido de que no cree que Camps se deje influir por estas informaciones porque sabe "perfectamente" el concepto que el president tiene de él y a su juicio, si finalmente lo deja fuera del Consell, no será condicionado por estas cuestiones.