Los directores de Secundaria de la provincia se enfrentan a los mayores recortes que han sufrido en años. Sin embargo, las pésimas previsiones se suman a las dificultades que vienen enfrentando desde principios de 2001, en concreto, los retrasos en los pagos de gastos por funcionamiento por parte de la Conselleria de Educación, que acumulan 6 meses y que suman más de 4 millones de euros.

Asimismo, desde el colectivo de directores de Secundaria se ha denunciado los recortes que también serán generalizados y que suprimirán hasta dos aulas en cada centro. De esta forma, y tal como adelantaba este periódico el pasado domingo, se suprimirán alrededor de 180 unidades en toda la provincia, una estimación que afecta a 600 profesores.

"Denunciamos una situación de saturación creada por la propia Conselleria de Educación en Alicante", afirmó ayer la portavoz de los directores de Secundaria, Laura Oliva, quien además subrayó que "la ecuación es sencilla: más alumnos por aula, menos dinero y menos profesores para los centros".

Los directores de toda la provincia se reunieron ayer en el Instituto Antonio José Cavanilles para poner en común la difícil situación que atraviesan a finales de este curso y decidieron, tras el encuentro, exigir al Consell "el replanteamiento de la oferta de grupos en los institutos de la provincia y que disminuya la ratio a 30 alumnos por aula-frente a la intención de Educación de aumentarla hasta los 33 estudiantes, y en algunos casos a 35-. En este sentido, se pidió un cambio de criterio material y económico a uno social, que tenga en cuenta las necesidades de los estudiantes.

"Los alumnos no nos caben en las aulas, que están diseñadas para 30 estudiantes, el aumento de la ratio incrementará los conflictos y dificultará de enseñanza de los centros públicos, que absorben todo tipo de alumnado", subrayó Oliva. La representante de la asociación de los directores lanzó un claro mensaje en nombre de sus compañeros: "Nos preguntamos si esta situación se podía haber previsto y haber tomado medidas al respecto".

Por otra parte, desde la Federación de Enseñanza de CC OO afirmaron que los retrasos en los gastos de funcionamiento de los centros ponen en una delicada situación a numerosas empresas y demuestran el colapso financiero del Consell. Asimismo,el sindicato exigió que se publiquen antes de finalizar el curso las ayudas de comedores, transporte y aquellas destinadas a alumnos con necesidades especiales.