El empresario alicantino, Enrique Ortiz, principal investigado en la pieza separada del caso Brugal, relativa al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante, supuestamente medió entre el presidente provincial del PP y presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, para que llegara a "un acuerdo mutuo" con Sonia Castedo, a quien le pide una "estrategia" para "ir convenciéndole".

En una de las conversaciones interceptadas por la investigación que consta en uno de los informes policiales del sumario, cuyo secreto ha sido levantado este viernes y al que ha tenido acceso Europa Press, Ortiz le explica a Sonia Castedo que ha estado reunido con Ripoll y le pide que le ponga "deberes a ver qué estrategia hay".

En la conversación entre la alcaldesa y Ortiz, mantenida el 16 de febrero de 2009, Ortiz le dice que Ripoll está "blandito" y que le ha dicho que en Valencia "no la van a dejar llegar a un acuerdo, si en Valencia no quieren que lleguemos a un acuerdo, quieren que se pelee conmigo". Según Ortiz, él le ha replicado que eso "no es así".

Castedo le pregunta a Ortiz si Ripoll le ha dicho que es "un poco hija de puta" y el empresario le responde: "no, no, él a mí, eso no me puede decir nada". A continuación, le indica que le ha "dado consejo: tenéis que llegar a un acuerdo mutuo, si no está muerto".

"Tenemos que hablar, tú --a Sonia Castedo-- me tienes que decir, a ver, por qué línea tenemos que, tengo que coger para ir convenciéndolo" e "ir trabajándolo", dice Ortiz, a lo cual la alcaldesa responde afirmativamente.

"Pero va a aceptar pulpo como animal de compañía, ¿eh?", añade Ortiz, quien considera que "no le queda otra opción". "Ya, es que no tiene otra", zanja Castedo.