Los alrededores de la sede de los socialistas valencianos eran, desde primera hora de la mañana, un hervidero de notables de la organización perfilando las estrategias de un discurso para el PSPV en el ya no quedan más salidas que dar un giro de 180 grados a una organización en estado casi comatoso. A las puertas de la sede de Blanqueries, una quincena de militantes, visitados por los dirigentes de la corriente Izquierda Socialista, reclamaban la convocatoria de un congreso extraordinario y la marcha de Jorge Alarte. "Por la honradez de una dimisión", apuntaba uno de los carteles jugando con el lema de campaña del dirigente socialista. Ya se han citado a una nueva propuesta el próximo 9 de junio a las puertas de las Cortes, coincidiendo con la constitución del hemiciclo autonómico.

La verdadera tensión, no obstante, se vivió en el vestíbulo de la sede socialista cuando un grupo de militantes trató de acceder a la sala donde se celebraba la reunión del comité nacional del PSPV, algo que sí ha ocurrido en otras ocasiones. Ayer se "controló" el acceso con un listado de invitados revisado previamente. Hubo fuertes gritos y acaloradas protestas.