Jorge Alarte mató ayer dos pájaros de un tiro. Por un lado, mostró su apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato socialista y, de paso, intentó cerrar la vía a que el PSPV celebre un congreso que podría conllevar su adiós como líder del partido en la Comunidad. El dirigente se desplazó a Madrid para participar en el comité federal del PSOE y allí, rodeado de la flor y nata socialista, puso en marcha su estrategia en vísperas del cónclave que presidirá hoy en Blanqueries y que, a buen seguro, le convertirá en el blanco de las críticas de sus compañeros.

El comité nacional, previsto para las 11 horas, se convertirá en un vuelo constante de cuchillos. Y todos irán dirigidos hacia la cúpula del PSPV, que deberá parapetarse tras el histórico batacazo electoral que acaba de sufrir. Varios dirigentes de la ejecutiva nacional exigirán la renovación de la dirección con el fin de cerrar la crisis interna que arrastra el partido. El varapalo del 22-M todavía escuece y un elevado número de dirigentes quiere que se depuren responsabilidades cuanto antes.

Pero Alarte no cederá. Su movimiento de ayer así lo atestigua. Porque si la dirección federal -es decir, Madrid- hubiese celebrado un congreso extraordinario para elegir a un nuevo líder que sustituya a José Luis Rodríguez Zapatero, la dirección nacional -Valencia- se habría visto obligada a convocar otro para renovar la ejecutiva. De ahí que ayer se deshiciera en elogios hacia Rubalcaba, al que todo el PSOE da ya por candidato tras la renuncia de Carme Chacón y pese a que ayer se abrió el proceso de primarias. "Alfredo, con la confianza de todo el partido, también con la de los socialistas valencianos, deseo que no sólo seas un excelente candidato, sino también el próximo presidente de Gobierno", señaló Alarte en Madrid.

Aunque de manera sucinta, el dirigente volvió a insistir en que la crisis ha sido el desencadenante del hundimiento socialista en la Comunidad. "Fueron a las elecciones (los candidatos del PSPV) para hablar de política municipal, de política autonómica, hablaron de la gestión de sus proyectos, de construir equipamientos..., pero a los ciudadanos y ciudadanas les ocupaba y preocupaba el desempleo. Su conciencia, su anhelo, su deseo y su desvelo era el desempleo, todo lo demás lo pasaron a un segundo plano", dijo.

Autocrítica

Alarte también apeló a la "autocrítica" y asumió "la responsabilidad de los resultados en la Comunidad". Pero, pese a la pérdida de peso del partido, no se le pasa por la cabeza dimitir. Más bien, todo lo contrario. Eso es lo que hoy trasladará en el comité nacional, muy a pesar de las voces críticas. Una de ellas será la de la secretaria provincial del PSOE en Alicante, Ana Barceló. Pedirá la convocatoria de un congreso extraordinario para que se renueve toda la ejecutiva. Sus anhelos quedarán en nada.

Aunque desde el entorno de Alarte se quiso guardar el secretismo sobre las palabras que pronunciará hoy ante los suyos, otros dirigentes, como Elena Martín, sí que ofrecieron sus impresiones. La secretaria de Organización de los socialistas valencianos tomará hoy la palabra y tratará de aplacar los ánimos. Cree que hay que aparcar las tensiones internas y centrarse en las personas. "La ciudadanía no me va a encontrar hablando de los asuntos internos del PSPV", señaló la concejal electa en Alicante durante un acto en la plaza del Mercado. Y añadió: "Hay que trabajar por acabar con el divorcio social" que ha sacado a luz el 22-M.

La número tres del PSPV está convencida de que la cita de hoy servirá para reflexionar en qué "ha fallado" el partido. "Estoy segura de que no sólo es por culpa de la crisis. Debemos valorar qué ha pasado y buscar soluciones para contar de nuevo con el apoyo de los ciudadanos y ciudadanas de esta tierra", agregó.

Puig pedirá el regreso a la organización comarcal

Alarte tratará de capear hoy el temporal interno del PSPV realizando gestos que demuestren una voluntad real de integración de las distintas sensibilidades del partido. Una de las posibilidades que baraja es la de ofrecer al alcalde de Morella y principal referente crítico, Ximo Puig, un hueco en su ejecutiva. De hecho, el líder del PSPV ya ha trasladado al que fuera su oponente en el Congreso de 2008 y actual referente del sector lermista su voluntad de que dirija la campaña electoral de las generales de 2012. Según ha tenido constancia este diario, el propio Puig y sus afines tienen previsto presentar hoy a la mesa del comité nacional una propuesta de resolución con propuestas para las elecciones del próximo año. Habrá dos ejes: la priorización de cuestiones de empleo con un pacto económico y social en la Comunidad y, desde el punto de vista orgánico, la reactivación del partido con un regreso a las comarcas como estructuras electorales. J. L. G.

Los populares instan a Alarte a "una profunda reflexión"

El vicesecretario general del PP de la Comunidad, José Císcar, emplazó ayer a los socialistas valencianos a llevar a cabo una "profunda reflexión interna" tras la debacle electoral que sufrieron el pasado domingo tanto a nivel autonómico como municipal. El diputado electo por Alicante subrayó que "no sólo ha sido la crisis lo que les ha llevado a perder las elecciones", sino también su estrategia de oposición, centrada sobre todo en denunciar los casos de corrupción en los que se ha visto envuelto el PP durante los últimos años. "El PSPV no es la solución, sino que es parte del problema de la Comunidad Valenciana", apuntó durante su comparecencia pública de ayer en Valencia. Císcar censuró la política del "todo vale" de los socialistas y puso como ejemplo la Ley Urbanística Valenciana (LUV), a la que se opusieron, y que ahora ha quedado avalada por el Tribunal Europeo de Justicia. "Han causado un gran daño a la imagen de la Comunidad en Europa", dijo. A. F.