Jorge Alarte, secretario general del PSPV, opta por la resistencia. No tiene previsto, tal y como le piden cada vez más voces en las filas de los socialistas valencianos, poner su cargo a disposición del comité nacional -el órgano que agrupa a los notables de la organización- que se reunirá el próximo domingo para analizar una debacle electoral que conduce al PSPV al punto más bajo de toda su historia. La situación es crítica. Dramática. Y esa sensación se empieza a extender. Los socialistas, de hecho, esperan un comité larguísimo, con muchas intervenciones y con argumentarios de extraordinaria dureza contra la dirección que lidera Jorge Alarte.

El líder de los socialistas valencianos, sin embargo, evita darse por aludido. Y mira directamente a Ferraz. Cree que la responsabilidad debe empezar por Madrid. El próximo sábado, de hecho, está prevista la reunión del comité federal del PSOE en la que, en principio y contra el criterio de los barones socialistas, Zapatero parece dispuesto a convocar un proceso de primarias que, casi con toda seguridad, enfrentaría a Alfredo Pérez Rubalcaba con la ministra de Defensa, Carme Chacón. Los dirigentes territoriales, por contra, son partidarios de celebrar un congreso extraordinario para imponer el nuevo liderazgo desde arriba y sin consultar a las bases.

Con esa estrategia, Alarte trata de ganar tiempo. Espera que en las elecciones generales que, en principio, se celebrarán dentro de diez meses, el voto socialista acabe repuntando. En esos comicios, además, la cara de la campaña no será la de Jorge Alarte. En principio, son seguros los nombres de Leire Pajín como cabeza de lista al Congreso por Alicante; de Ximo Puig para liderar la candidatura de Castellón; y de Inmaculada Rodríguez-Piñero, secretaria de Estado de Infraestructuras, por Valencia. Pero eso tampoco va a evitar las críticas contra la dirección socialista. Cada vez son más claras las voces que reclaman un cambio y la marcha de Jorge Alarte, algo que quedará explicitado en la reunión del comité nacional del PSPV. Un grupo que, de momento, no cuenta con un referente para mantener el tono de los ataques contra la actual ejecutiva.

Unas de las voces más críticas sigue siendo la del exsecretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, que hace cuatro años como candidato a la Generalitat logró 150.000 votos más que ahora Alarte. "El balance electoral -en referencia a la formación socialista- no puede ser más que realista y negativo. El PSPV ha perdido más del doble de votos que el PP", aseveró. "Los socialistas han sido incapaces de generar una mínima alternativa ni confianza", lanzó Pla para el que, en su opinión, Jorge Alarte debe "cumplir con su palabra" y poner su cargo a disposición del partido. "Es lo primero que tenía que haber hecho", apuntó Pla, que apostó por cambios en la cúpula socialista. "El proyecto debe ser dirigido por otras personas y de otra forma", subrayó. Como se recordará, en su día, Jorge Alarte garantizó su dimisión al frente del PSPV si obtenía un peor resultado que Joan Ignasi Pla, como así ha ocurrido finalmente.

El exdirigente socialista basó su petición en la "incapacidad" de Jorge Alarte para contar con "todos los que han sumado para hacer el proyecto más sólido y consistente y por la incapacidad para generar espacios de convivencia con la sociedad vinculados precisamente a esas personas que han sido apartadas". "Por ello, hay que elegir una nueva dirección que afronte una nueva etapa y genere expectativas diferentes", añadió antes de restar importancia a la cuestión de que la dimisión de Alarte pudiera dejar un grupo parlamentario descabezado para afrontar la oposición. "Yo fui capaz de construir una alternativa desde fuera de las Cortes. Si hay buena sintonía con quien tenga la responsabilidad de dirigir y esté al frente del grupo parlamentario, es posible", aseveró Ignasi Pla.

Mientras, en la ejecutiva provincial de Alicante sí se han empezado a producir dimisiones. Durante la reunión celebrada el pasado martes, presentó su renuncia al cargo el exdiputado Luis Briñas. Para el que fuera también concejal en el Ayuntamiento de Alicante, los electores han señalado, de forma clara, que deben producirse renuncias en los órganos de dirección lo que conduciría, obviamente, a la convocatoria de un congreso extraordinario para elegir una nueva dirección política. "Nadie toma decisiones", se quejó Briñas para el que, en todo caso, debe convocarse un congreso extraordinario del PSPV. A lo largo del encuentro, hubo dirigentes socialistas que reclamaron un cambio de la estrategia, hasta ahora, centrada en las críticas a la corrupción. Y, en alguna de las intervenciones, se deslizó, incluso, hasta el temor de que los socialistas sigan retrocediendo y dejen de ser opción de gobierno.

La cúpula del PSPV ofrece pactos locales a Compromís y EU

El PSPV lanzó ayer una propuesta para tratar de concretar acuerdos locales junto a Compromís y a EU en los municipios de la Comunidad donde se puedan conformar mayorías de progreso. La decisión de los socialistas es una respuesta al ofrecimiento de Compromís -coalición formada por el Bloc, Iniciativa y Els Verds- para formar gobiernos bajo el sello valencianista, progresista y ecologista.

El secretario de Política Municipal del PSPV, José María Ángel, confirmó la predisposición de los socialistas valencianos a "buscar los acuerdos que sean necesarios". El propio José María Ángel depende de un pacto con EU para seguir al frente del consistorio de l'Eliana, del que es alcalde. Compromís supedita las alianzas a un pacto global. La formación está dispuesta a garantizar la gobernabilidad en Vila-Real, Ontinyent o Alaqüàs, el pueblo de Alarte, pero podría pedir a cambio la alcaldía de Alcoy y el apoyo para gobernar en Betxí.