La entrada en la provincia de una bolsa de aire cálido y muy seco llegado directamente del desierto del Sáhara provocó ayer un subidón térmico más propio de mediados del próximo junio. Los termómetros marcaron máximas de 30 grados a primera hora de la tarde e, incluso, a las 9 de la noche en la franja costera se disfrutaban de unos agradables 24 grados. Según Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Meteorología de la Universidad de Alicante, "se da la doble causa de haber aire sahariano en las capas medias y altas de la troposfera y circulación de este mismo aire tan cálido en superficie entrando por el suroeste. Es decir, con componente de poniente. La situación durara dos días más, pero todavía no podemos decir que estemos ya en verano, aunque incluso haya habido bochorno".

La estabilidad climática será la tónica dominante hasta el viernes, día en el que las temperaturas volverán a valores entre los 24 grados de máxima y 18 de mínima. El fin de semana será suave e incluso puede caer alguna gota de lluvia.