La Diputación tiene más "novias" que nunca. Sobre todo, del bando socialista. Alcaldes y destacados dirigentes del partido que acaban de perder los comicios ya han iniciado los contactos para obtener un escaño en la institución provincial.

Todos quieren seguir en la primera línea de la política y, de paso, compaginar su condición de ediles en la oposición con sus actas de diputados. En los dos principales partidos judiciales, los de Alicante y Elche, las cartas ya están sobre la mesa.

Varios dirigentes ya han manifestado en el seno del partido su intención de encontrar acomodo en la institución. Curiosamente, se trata de las dos zonas en las que el PSPV ha perdido un escaño. Las sonadas derrotas en Alicante, Mutxamel y Sant Joan d'Alacant han propiciado que los socialistas sólo dispongan ahora de tres diputados frente a los cuatro de la última legislatura; mientras que el varapalo de Elche y el descalabro de Crevillent también han privado al partido de otra acta.

En Elche, todos los indicios apuntan a que el hasta ahora primer edil ilicitano, Alejandro Soler; el concejal de Urbanismo y portavoz socialista en ese Ayuntamiento, Alejandro Pérez; y la alcaldesa de Guardamar del Segura, Maryléne Albentosa, son aspirantes al escaño en la Diputación. Los tres acaban de perder los comicios y ahora buscan refugio en el Palacio Provincial. La propia Albentosa incluso ya se ha puesto en contacto con el secretario del PSPV, Jorge Alarte, para analizar la situación. El problema es que sólo hay dos escaños para tres aspirantes. Los recursos socialistas se van reduciendo poco a poco.

En Alicante, los tres puestos parecen ya reservados. El primero lleva el nombre de Carmen Sánchez Brufal, actual portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Alicante y número 3 de la lista de Elena Martín. Hasta hace pocas fechas, su nombre llegó a sonar como posible portavoz del partido en la Diputación. Ahora hay demasiados gallos como para asegurar nada.

El segundo escaño podría ir a parar a Edmundo Seva. El PP ha obtenido una victoria histórica en Sant Joan d'Alacant y ha dejado al actual primer edil sin su segundo mandato al frente del consistorio. El campista Manuel Aracil ha logrado la mayoría absoluta en su tercer intento pese a la división interna entre sus afines y el bando ripollista. Y el tercer sillón se quedaría muy cerca de Sant Joan d'Alacant. Concretamente, en Mutxamel. Asunción Llorens aspira a un escaño en la institución tras perder los comicios después de doce años en la Alcaldía.

En caso de confirmarse estas tres incorporaciones, no renovaría ninguno de los cuatro diputados actuales: María José González, Pau Bernabeu, Jorge Espí ni tampoco María Teresa Carbonell, actual portavoz socialista en la institución. Carbonell es concejal del Ayuntamiento de Xixona, el único de la comarca de l'Alacantí que queda en manos socialistas.

En el partido judicial de Orihuela, que aglutina a los municipios de la Vega Baja, el diputado provincial José Antonio Martínez Mirete, de Benejúzar, también quiere repetir. Todo ello a pesar de que ha vuelto a perder las elecciones y se ha quedado a 237 votos de alcanzar la Alcaldía de su localidad.

Antonio Carbonell espera su turno en San Vicente

El PP de San Vicente ya se ha curado en salud por si Luisa Pastor terminara siendo presidenta de la Diputación. Antonio Carbonell, hasta ahora director general del Ente Gestor de la Red de Transportes y Puertos de la Generalitat, fue incluido como número dos de la lista municipal del PP por si se diera ese caso.

Pastor accedería a la presidencia de la institución y dejaría la Alcaldía de San Vicente en manos de un dirigente que cuenta con el total respaldo de la dirección regional. Al menos, eso sería lo más normal, si se tiene en cuenta que nunca en la historia de la Diputación un presidente ha compaginado ese cargo con una Alcaldía.

No obstante, esta situación parece lejana a día de hoy. Camps está dispuesto a que Joaquín Ripoll repita al frente de la institución provincial, siempre y cuando acceda a que incluya en la Cámara a al menos 12 diputados afines a él. A priori todo apunta a que Ripoll no pondrá demasiados problemas con tal de continuar en la Diputación para completar un tercer mandato.