La crisis ha podido con las denuncias por corrupción. El PP cosechó ayer su victoria más abultada de la historia en la Comunidad, mientras el PSPV, víctima del desgaste de Zapatero, corroboró su caída libre y certificó una derrota sin precedentes.

Nunca los populares habían alcanzado los 55 escaños en las Cortes y nunca los socialistas habían cosechado tan pocos votos, apenas 660.000. El PSPV fue el gran derrotado de los comicios autonómicos. Porque a la holgada victoria de los populares se suma además la pujanza de Compromís (la coalición formada por Bloc, Iniciativa y Els Verds) y la consolidación de Esquerra Unida. Todos terminaron contentos, menos los socialistas. Los primeros, con sus seis escaños, y los segundos, con cinco.

Especialmente exultante acabó el PP. Y no es para menos. Ni las imputaciones, ni las implicaciones en casos de corrupción, ni la presunta financiación irregular del partido, ni la deuda galopante que arrastra la Generalitat... Nada afectó ayer al partido. Los populares arrasaron, consolidaron su mayoría absoluta en el hemiciclo autonómico y agigantaron la brecha que les separa de un PSPV que navega más a la deriva que nunca.

Esa disparidad entre uno y otro abre incluso la posibilidad de que el PP "margine" a su eterno rival en la Cámara. Camps y su equipo pueden pactar con Compromís y EU, si así lo desean, para sellar acuerdos en la composición de la Mesa de las Cortes, elegir los senadores territoriales y formar el Consejo de Radio Televisión Valenciana. Casi nada. La ley permite este tipo de ententes si se suscriben entre dos terceras partes del parlamento. Y a falta de un escaso 3,5% por escrutar, ese es el porcentaje exacto que sumarían PP, Compromís y EU.

En gran medida, gracias a los números brillantes del PP. Más de un millón cien mil valencianos le brindaron ayer su apoyo y le permitieron alcanzar los 55 diputados, uno más que en las pasadas elecciones de 2007. De ellos, 20 procedieron de Alicante (la oriolana Eva Ortiz es la última que entra de la lista provincial), 22 de Valencia y 13 de Castellón. Aunque eso sí, todas esas cifras se vieron manchadas por el toque de atención que quiso dar al PP una parte de su electorado. Al cierre de esta edición, los populares sumaban 100.000 votos menos que en 2007 y su porcentaje de sufragios cayó en tres puntos y medio respecto a los anteriores comicios.

Pero aun así, la cara amarga de la noche fue la del PSPV. Jorge Alarte no consiguió mejorar los resultados de Ignasi Pla y el partido sufrió un descalabro más que notable. Se quedó en 33 escaños y perdió cerca de 175.000 votos respecto a hace cuatro años. Hay que remontarse a 1995 para encontrar unos resultados tan nefastos. Curiosamente, cuando Zaplana arrebató la presidencia de Lerma. Tras aquellos comicios el PSPV se quedó en 32 escaños de una cámara de 89 (10 menos que ahora). El declive socialista fue similar en las tres provincias de la Comunidad. Y Alicante, por ejemplo, sólo pudo aportar 12 diputados (Jordi Serra cierra la lista de los que entran).

Grandes resultados

Tanto Compromís como EU tienen motivos más que de sobra para rebosar optimismo. La coalición, porque se ha convertido en la tercera fuerza política de la Comunidad al obtener seis escaños, dos más de los que disponía hasta ahora.

Y EU, porque a pesar de caerse de ese podio, tampoco se ha visto afectada por la ruptura con Compromís. Ayer refrendó su presencia en las Cortes con cinco diputados, dos más que en esta última legislatura. La provincia de Alicante ha confiado en las dos formaciones y ha aportado dos parlamentarios a EU y uno a la coalición.