Los acampados del 15-M en la plaza de la Montañeta se debatieron durante la jornada electoral entre la incertidumbre por la evolución del movimiento y las ganas de conservar la protesta viva el mayor tiempo posible.

La nueva organización, agrupada bajo el nombre de Toma la Calle Alicante, comunicó su intención de renovar esta misma mañana el permiso de acampada hasta el próximo domingo. No obstante, aunque desde la Puerta del Sol de Madrid llegaban mensajes de buen ánimo junto a la decisión de permanecer allí una semana más, en Alicante se percibía que la moral de días anteriores se había apagado un punto.

Que había que permanecer en la calle tras el 22-M era una idea aceptada, pero la dificultad para concretar nuevas acciones y las críticas que provocó en Internet el rígido formato y los contenidos de marcada ideología de la asamblea del sábado contribuyeron a que la implicación de los 70 asistentes a la reunión de la mañana de ayer fuese sensiblemente menor. Por la noche se congregaron 600 personas en la ya habitual cita de la tarde, un número muy inferior al del viernes y el sábado.

La subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, aseguraba ayer al mediodía en declaraciones a este periódico que el permiso para ocupar la Montañeta caducaba hoy a la medianoche y que desconocía si se habían presentado prórrogas por parte de los organizadores. No concretó posibles medidas en caso de permanencia sin permiso, se mostró "de acuerdo con que llamen al voto" y calificó de "pacífica, lúdica e informativa" la protesta de la plaza durante el fin de semana.

En el campamento, la mayoría de las personas que accedieron a hablar con INFORMACIÓN aseguraban haber votado o tener intención de hacerlo por la tarde. Es el caso de Juanjo Gil, funcionario de 32 años y Carlos Rodríguez, empleado en hostelería de 30. Ambos asisten a las asambleas desde el viernes y comparten las ideas de "ruptura del bipartidismo y regeneración democrática" del 15-M.

"Esto está todavía en fase embrionaria y necesita tiempo, deberían defenderse puntos generales más que ir a lo concreto", apuntó Gil. José Hernández, jubilado de 70 años, "socialista de toda la vida", también colabora con la Montañeta desde el principio y ayer también iba a ejercer su derecho al voto. "Yo ya soy más de ellos (del 15-M) que de mi partido", aseguraba. Manuel Bárcenas y Nieves Romero, un matrimonio de economistas que regresaba del colegio electoral, se mostraron de acuerdo con "la filosofía del movimiento" aunque "no con todas las propuestas".

Otro de los participantes en la protesta, Chimo Álvarez, parado de 45, dijo que votaría por la tarde y opinó que con el 15-M se ha "confundido" el lema No les Votes "con no votar".

Durante la asamblea de la mañana, la organización destacó la importancia de participar en los grupos de trabajo y comisiones y acusó las primeras voces críticas, que se centraban en la rutina de las reuniones y el contenido de las alocuciones. "En el momento en que la gente se desvincule, se meterá la policía", advirtió un chico.