Con un semblante serio y sin la esperanza e ilusión mostradas durante su campaña electoral, el candidato del PSPV a la Generalitat, Jorge Alarte, tuvo que comparecer ante sus simpatizantes tras conocer que los socialistas valencianos habían sufrido una derrota histórica en la Comunidad Valenciana.

En concreto, un fracaso que le ha supuesto perder 5 escaños en las Cortes Valencianas y que han permitido al PP revalidar una mayoría absoluta aún más alta que la lograda en los comicios de 2007. A pesar de ello, el líder socialista aseguró que no va a dimitir y afirmó que el resultado de su partido en la Comunidad Valenciana es un reflejo de lo que ha ocurrido en toda España, donde "el malestar de los ciudadanos" ante la crisis ha supuesto un "duro retroceso" de los socialistas.

Cuando pasaban las 23.30 horas de la noche y acompañado por algunos miembros de su candidatura, entre los que se encontraba el cabeza de lista por Alicante, Ángel Luna, o el presidente del PSPV, Óscar Tena, Alarte subrayó que una de las victorias del PP fue lograr que el debate electoral se situara "en clave de la política nacional", repercutiendo en los resultados socialistas.

"Comparecemos en una situación complicada para España y para el PSOE. Pasamos por la peor crisis económica de las últimas décadas, que le ha tocado gestionar al Gobierno socialista, y que ha tenido como resultado la peor de las consecuencias: el desempleo. Hemos dado la cara, hemos presentado nuestras propuestas y no eludimos nuestra responsabilidad ni un centímetro. La realidad es que el debate electoral se ha situado en clave de política nacional y los socialistas valencianos no somos una isla en España", remarcó en su comparecencia.

Por ello, el derrotado líder del PSPV-PSOE reiteró que entre sus planes no pasa dimitir ni "tirar la toalla" a pesar de que en 2008 aseguró que si perdía estas elecciones dejaría su cargo. El motivo: el escenario político actual, según afirmó, "poco o nada tiene que ver" con aquél.

En esta línea y pese a que los resultados cosechados ayer son peores que los logrados en 2007, Alarte consideró que prestaría un "mal servicio a los valencianos si tirara la toalla". Y todo pese a que su candidatura ha perdido más de 200.000 votos, ha bajado 5 escaños y ha disminuido en casi 7 puntos el porcentaje logrado en los comicios anteriores, colocándose por primera vez por debajo de la barrera del 30%.

De este modo, el candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat saldó su debut en las elecciones autonómicas con el peor resultado de la historia democrática obtenido por los socialistas valencianos, confirmando así los pronósticos de las encuestas electorales.

Influencia del movimiento 15-M

Preguntado sobre si consideraba que el movimiento 15-M pudo influir en que el resto de fuerzas de izquierdas ganara votos en la Comunidad Valenciana, mientras los socialistas han perdido apoyos, Alarte admitió desconocer la relación y aseguró que era incapaz de explicar este extremo.

"En todo caso, que las fuerzas progresistas avancen siempre es una buena noticia", señaló, tras recordar que siempre mostró su agrado hacia este movimiento de protesta porque "toda expresión de libertad" que se produzca en la Comunidad debe ser considerada positiva.

Durante su comparecencia, Alarte felicitó públicamente al PP "por su victoria y al resto de fuerzas políticas que tienen una representación en Las Cortes valencianas con un avance importante".