Los alicantinos están llamados hoy a las urnas para volver a dibuujar un tablero político que, durante los últimos cuatro años, se impregnó, cada vez con más intensidad, del color azul del PP. Los populares, de hecho, llegan a los comicios en una posición de privilegio: tienen la cuota de poder municipal más importante de toda su historia y lograron nada menos que 19 diputados autonómicos sobre los 35 que se eligen en nuestra circunscripción. Un éxito en las urnas clave para que Francisco Camps se convirtiera en el presidente de la Generalitat más votado de los treinta años de autonomía. Frente al poder del PP -apuntalado con tres mociones de censura avaladas por tránsfugas-, un PSPV que apenas conserva dos de las ocho cabeceras de comarca y que, a día de hoy, está a 250 concejales de los populares y con menos de la mitad de Alcaldías que el PP en el conjunto de la provincia.

El Partido Popular, sumando mayoría absolutas y pactos -entre ellos tres con los socialistas en Salinas, Senija y Penàguila- logró unos 90 gobiernos locales que, con posterioridad, amplió con fichajes; y las mociones de censura de La Vila Joiosa, Dénia y La Vall de Laguar, todas ejecutadas bajo el sello del transfuguismo. Gobierna en seis cabeceras de comarca y en 16 de las 26 ciudades con más de 20.000 habitantes de la provincia. Pero continúa teniendo la espina clavada de Elche y, sobre todo, de Benidorm, después de que los socialistas desalojaran al popular Manuel Pérez Fenoll de la Alcaldía con el apoyo del tránsfuga José Bañuls. Fue el momento más doloroso y complicado del último mandato municipal para el PP.

Ahora, sin embargo, los populares aspiran a rebasar la barrera del centenar de Alcaldías, a hacerse con Elche -el último gran feudo del PSPV y con alcalde socialista desde hace tres décadas- y a recuperar Benidorm, convertido en epicentro de una batalla que tendrá repercusión en toda España, sobre todo, después de la fractura interna del PP y la decisión de Gema Amor de encabezar una candidatura alternativa. Junto a Elche y Benidorm, Villena -donde se ha producido otra importante escisión del PP-, Dénia y Alcoy parecen los grandes focos de la batalla municipal en la provincia. Además, el resultado en las localidades de la Marina Alta y de la Vega Baja suele quedar muy abierto. Se trata de comarcas en las que el bipartidismo pierde peso por la implantación de otras formaciones políticas muy diversas.

Los socialistas llegan a las elecciones en una situación inversamente proporcional a la del PP. Cuentan con apenas 37 alcaldías, la menor porción de poder municipal de toda su historia y han padecido, a lo largo del mandato, problemas internos en Elche, en Cocentaina -otra de las localidades que siempre ha tenido alcalde socialista- y también en Benidorm, población que, con una inmensa polvareda, lograron recuperar gracias a un tránsfuga. Sólo gobiernan en 8 de las principales localidades de la provincia. Y, lo que es peor, únicamente en Sant Joan d'Alacant tienen mayoría absoluta. En el resto, dependen de alianzas, según el caso, con EU o con concejales del Bloc-Compromís. Mantienen catorce diputados autonómicos, aún a cinco del PP.

EU, por su parte, llega a los comicios sin contar, por primera vez en la etapa democrática, con alcaldes en la provincia. No gobiernan ni un sólo municipio y cuentan en sus filas con apenas una treintena de concejales. Compromís -la formación que aglutina al Bloc, Iniciativa y Los Verdes- controla media docena de Alcaldías, dos de ellas en localidades de más de 20.000 habitantes, y dispone de un centenar de ediles. Entre EU y Compromís se jugarán el resto de diputados autonómicos que están en juego. Hace cuatro años, juntos, lograron dos. Ahora, sin embargo, van por separado.

La constitución se celebrará en los primeros días de junio

Los nuevos hemiciclos locales se constituirán el sábado 11 de junio. Ese día se elegirán a los 141 nuevos alcaldes de la provincia de Alicante, en votación por parte de los ediles electos de cada población. Durante las dos semanas que siguen a los comicios que se celebran hoy, habrá multitud de contactos entre las fuerzas políticas con el objetivo de tejer acuerdos de gobierno, especialmente, en aquellas localidades en las que no se consigan mayorías absolutas.

Las nuevas Cortes Valencianas, por su parte, quedarán constituidas e inaugurarán su mandato el 9 de junio. En esa sesión, se elegirá el presidente de las Cortes y a los miembros de la Mesa, el órgano que dirige el parlamento. Con posterioridad, el nuevo presidente del hemiciclo autonómico tendrá que iniciar una ronda de contactos con los líderes políticos con el objetivo de poner sobre la mesa el nombre del candidato al Consell que se someterá, unos días más tarde, a la sesión de investidura.