El PSPV-PSOE ha vivido esta noche su particular "via crucis electoral" en su sede central, "vacía" y sin militantes, y el vivo reflejo de sus resultados electorales en la Comunitat Valenciana, donde han perdido algunos de sus feudos y han visto reducido su peso en Les Corts Valencianes.
Los primeros sondeos a pie de urna ya avanzaban, nada más cerrar los colegios electorales, una caída en el número de votos que finalmente se ha constatado en la pérdida de cinco escaños en el Parlamento valenciano y de feudos tradicionalmente socialistas como Elche o Gandia.
Los socialistas valencianos, optimistas, no se han dejado amilanar por los primeros sondeos que daban los medios de comunicación, y el cabeza de lista a Les Corts por Alicante, Ángel Luna, aseguraba no creerse estos resultados y seguía confiando en un "voto oculto" que finalmente no se ha manifestado.
Las palabras de Elena Valenciano desde Madrid reconociendo que la de hoy podía ser una "noche negra" para el PSOE no amilanaba a los pocos socialistas que a primeras horas de la tarde se dejaban ver por la sala de prensa y que dudaban de la credibilidad de los sondeos.
Los primeros escrutinios han reducido las visitas a los periodistas y los pocos que se han acercado a hablar con los medios empezaban a pronunciar la palabra "hecatombe" y sostenían que los socialistas valencianos han sido víctimas de un voto que se ha hecho "contra Zapatero".
El vacío de la primera planta debía contrastar con una cuarta planta abarrotada, ya que allí se encontraban desde primeras horas de la tarde el candidato del PSPV a la Presidencia de la Generalitat, Jorge Alarte, junto con el cabeza de lista por Alicante, Ángel Luna, y el presidente del partido, Oscar Tena.
El candidato al Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, y su equipo de campaña han elegido la segunda planta para seguir la votación, y por la sede también se ha podido ver al exsecretario general del PSPV Joan Ignasi Pla y la directora general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez Piñero.
Calabuig ha sido el primero en dar la cara, cuando pasaban ocho minutos de las diez de la noche y el escrutinio confirmaba que perdía cuatro concejales, ha comparecido en rueda de prensa junto con el secretario general del PSPV en Valencia, Salvador Broseta, y la número tres de su candidatura, Anaïs Menguzatto.
En la rueda de prensa, el socialista no ha pronunciado directamente la palabra derrota, pero ha admitido que los resultados "no han sido buenos" y, en contra del optimismo que algunos intentaban insuflar en las primeras horas, ha reconocido que era un "retroceso" esperado, pero no por ello "menos doloroso".
Alarte ha esperado hasta que el escrutinio autonómico estuviera en torno al 70 por ciento y a que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, terminara su intervención ante los medios para comparecer en rueda de prensa, y lo ha hecho acompañado por algunos miembros de su candidatura.
Al más puro estilo del PP, el socialista le ha echado la culpa a Zapatero y aunque tímidamente ha admitido que algún "error" han cometido desde el PSPV, ha insistido en el argumento de que la Comunitat Valenciana "no es una isla" en España y la gestión de la crisis que ha hecho el PSOE ha afectado a todos.
La comparecencia ha terminado y con ella han desaparecido de la sede los pocos cargos que todavía se mantenía al pie del cañón, y una vez más los periodistas se han quedado solos con el eco de la victoria del PP sonando en el televisor de la sala de prensa.
