Como en el resto de grandes instituciones de la Comunidad, el PP llegó a la Diputación en 1995 y, desde entonces, ha disfrutado, con más o menos holgura, de mayorías absolutas en el hemiciclo de la Avenida de la Estación. En 2007, más allá incluso, los populares auparon a Joaquín Ripoll para un segundo mandato en la corporación con una mayoría absoluta de 18 diputados frente a los 13 de los socialistas, la mayor distancia que habían obtenido nunca en la Diputación. Un escenario que, como la propia dirección provincial del PP admite, aspiran a repetir en una institución que, sin embargo, no se elige de acuerdo con los votos que se contabilicen esta noche sino conforme a la distribución de concejales. Son los ediles, una vez que toman posesión, los que designan a los diputados provinciales en función del resultado que obtengan las distintas formaciones políticas.

La Diputación es feudo del bipartidismo desde las elecciones de 2003. Desde entonces, únicamente han encontrado acomodo en el hemiciclo diputados populares y socialistas. En los dos mandatos anteriores a esa fecha, sí hubo representantes de EU y del Bloc, una formación política ahora integrada en las filas de Compromís.