Revuelo de palomas que entran por los cristales rotos de las ventanas, gatos que se refugian buscando ratas y restos de comida, insectos y, con la llegada del calor o cuando sopla viento, malos olores. Es el panorama que se encuentran cada día los vecinos de Benalúa cuando pasan junto al edificio situado en el número 32 de Catedrático Soler, abandonado desde hace años, y el que sufren también los clientes del bar Minaya, situado pared con pared con este inmueble, cuando se sientan en las mesas de la terraza situada a pocos metros.

"Es insoportable. Cada día huele más mal, sobre todo desde hace un año para acá. Tiene que haber ahí dentro animales muertos, eso es un foco de infecciones", apunta Diego Martínez, propietario del bar mientras varios clientes se suman a la queja y denuncian que cada vez hay más moscas y mosquitos revoloteando por la zona. Por este motivo, Martínez presentará una denuncia ante Sanidad en los próximos días.

La coordinadora vecinal Movimiento por Benalúa ha constatado el malestar de los vecinos de las fincas más próximas por el estado del inmueble y por el hecho de que algunas personas dejen en las ventanas comida para los gatos, lo que, en opinión del presidente de esta asociación, Juan Bernabeu, acrecienta el problema. "Hay momentos en que hay tantos gatos que es una jauría", apuntó. Además explicó que las palomas revolotean por dentro -hay restos de alas en el suelo- y se posan en gran número a determinadas horas del día sobre la cubierta de la finca, que también tiene fachada a la calle Arquitecto Guardiola.

Movimiento por Benalúa va a requerir al Ayuntamiento que localice a los propietarios del edificio y les invite a mantenerlo en condiciones por atentar contra la salubridad. "Los dueños tienen que tomar las medidas higiénicas necesarias para mantener el edificio limpio".

Los representantes vecinales también denuncian el peligro que puede representar para la seguridad de las personas el abandono de una casa de tres pisos y su progresivo deterioro, ya que "si vienen vientos o lluvias fuertes se pueden caer cornisas y otros elementos de la fachada y hacer daño a alguien".