El cabeza de lista del PSPV a las Cortes por Alicante, Ángel Luna, aseguró ayer que "acabaremos usando la figura de asociación de malhechores, o asociación de delincuentes, para acusar en este caso", refiriéndose a la trama Gürtel, a cuya cabeza en la Comunidad Valenciana situó a Francisco Camps y Álvaro Pérez "El Bigotes". Luna hizo este anuncio al final de la charla sobre corrupción que pronunció ayer tarde en la Sede Ciudad de la UA ante un auditorio compuesto mayoritariamente por militantes y simpatizantes socialistas y donde estuvo acompañado por su alcaldable en Alicante, Elena Martín.

La figura jurídica a la que se refirió Luna es concretamente la de "asociación ilícita", contemplada en el artículo 515 del Código Penal, para aquellas agrupaciones de personas que "tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas, promuevan su comisión, así como las que tengan por objeto cometer o promover la comisión de faltas de forma organizada, coordinada y reiterada".

Para llegar a este punto, el que fuera alcalde de Alicante explicó que la trama Gürtel se basa en un "clúster de corrupción" que establece relaciones estables y duraderas entre partido y red corrupta -como, ejemplificó, Orange Market con el PP de Camps-, vínculos personales muy estrechos entre la trama y el político -la expresión "amigo del alma" con que Camps apela a El Bigotes en las grabaciones policiales-, decisiones estratégicas adoptadas conjuntamente -como los apuntes de la agenda de Pablo Crespo, número 2 de Álvaro Pérez, que ligaba la creación del PSD de Rafael Blasco al objetivo de erosionar al PSPV-, negociaciones globales entre la cúpula de la red y la del partido -nuevamente la agenda de Crespo en la que ya se anotaba la operación en la que iban a participar cuando aún faltaban 15 días para que el Vaticano anunciara la visita del Papa a Valencia en 2006- y, finalmente, una cadena de participantes dispuestos a trocear contratos públicos en otros más pequeños para que no haga falta concurso sino solamente petición de presupuesto a tres empresas, que resultan ser del mismo propietario.

Para la consecución de este último punto, Luna denunció ayer que "se requiere que una serie de funcionarios hayan colaborado en la operación", algo que, añadió, "les hace cómplices de las prácticas corruptas" al tiempo que "se difumina la responsabilidad, porque los verdaderos responsables no firman ninguna orden, y Camps menos que ninguno; son todas verbales".

Esta "deriva administrativa" de la corrupción, como la denominó ayer el síndico socialista en las Cortes valencianas, "alentada por las más altas instancias políticas", tiene también como consecuencia perversa, explicó, que "dificulta la acción de la Justicia, acostumbrada a juzgar cohechos simples, bilaterales, no de varios", razón por la cual introdujo Luna la conclusión de que finalmente su partido pedirá el procesamiento por asociación ilícita.

Asimismo, anunció que "aunque perdamos las elecciones, seguiremos" denunciando la corrupción, porque "el PP tiene la corrupción por bandera", y que el final de aquélla está, más que en manos de los jueces, en las de los ciudadanos.