La presidenta de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Alicante, María José San Román, asegura que la clave para mejorar "una industria" que impulsa la economía de toda la provincia radica en nuevas ideas y un trabajo conjunto entre los empresarios hosteleros y el próximo equipo de gobierno municipal.

La cantidad de establecimientos hosteleros que están apareciendo induce a pensar que hay apoyo al sector por parte de la administración...

Nos sentimos muy apoyados. Somos la industria en la que se confía para superar la crisis, pero el hecho de que haya más negocios no responde a las ayudas públicas, sino a las ideas de la gente, que ven en la hostelería una posibilidad de futuro.

¿Algún candidato se ha puesto en contacto con el colectivo que representa para presentar su programa?

Tenemos contactos con candidatos de todos los colores políticos. Aún no nos hemos encontrado pero sí que tenemos previstas diversas reuniones para escuchar sus propuestas.

¿Cuáles son hoy las necesidades de los hosteleros?

Sin duda, la profesionalización de nuestro sector. La hostelería es una industria que tiene que mejorar. Tenemos una Universidad que permite a los estudiantes graduarse en especialidades estupendas, existen también centros formativos para nuestros trabajadores, pero aún la demanda formativa es mayor que la oferta. Así, en los establecimientos existen muchos cargos intermedios y pocos jefes ejecutivos. Necesitamos barmans, cocteleros y fundamentalmente gente que sepa idiomas. Hoy ya no valen trabajadores sin inglés, sin idea de vinos o de cócteles. Somos muy buenos pero aún no estamos a la altura si queremos dar el gran salto a la alta hostelería. Mi pretensión, y, la de la asociación es que en el futuro se exija una titulación para abrir un restaurante. El fracaso de un establecimiento hostelero se puede reducir en un 90% si cuenta con gente cualificada.

¿Qué iniciativa pueden aportar los políticos para facilitar la salida de la crisis por parte del sector?

Si hay formación es más fácil mejorar. Necesitamos escalar puestos y canalizar esa inquietud juntos, empresarios y políticos.

En zonas céntricas, los comerciantes se quejan de que la hostelería les quita espacio ¿qué opina sobre eso?

Quizás el Ayuntamiento debería controlar la cantidad de locales de hostelería que se abren en la ciudad. Deberíamos ser capaces de ordenar la oferta y controlarla. Echo en falta tiendas que ofrezcan productos autóctonos y artesanos. En el barrio, por ejemplo, hay un exceso de bares de copas, que no tienen ningún valor añadido.

¿Los políticos son buenos clientes?¿Aprecian los buenos platos?

Hay de todos. Algunos políticos son muy gourmets y otros sólo comen para vivir.

¿Qué aliño le haría falta a la política de esta provincia?

Creo que los políticos deberían tener el valor de llevar a cabo los proyectos en los que creen y que proponen, ya que, desgraciadamente, eso no suele ocurrir.