Los testigos que presenciaron el enfrentamiento entre policías nacionales fuera de servicio y agentes de la local aseguraron ayer en el juicio que no vieron a nadie impedir la detención de su compañero. El arrestado era un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía que está imputado por atentado a la autoridad, hecho que éste niega y acusa a quienes le arrestaron de detención ilegal. La Audiencia llamó ayer a declarar a algunos de los porteros de los pubs del casco antiguo de la zona donde ocurrió el incidente. Los testigos señalaron que sólo vieron cómo los agentes municipales trataban de esposar a un joven y que éste no se dejaba. No vieron ni empujones, ni agresión, ni que nadie obstaculizara su labor.

Por otro lado, la Comisaría abrió expediente a dos de los inspectores que estaban a cargo del servicio esa noche por la forma en que se gestionó el incidente, aunque solo uno de ellos terminó en sanción y el otro acabó archivado, según se desveló ayer durante el juicio. Los agentes de la Policía Local denunciaban que esa noche no les dejaron entregar al detenido en Comisaría y que éste ya estaba poniendo una denuncia contra ellos antes incluso de declarar como detenido por el enfrentamiento. El jefe del servicio explicó que se actuó así porque había indicios que indicaban a que los hechos no habían ocurrido como decían los agentes de la Policía Local.