Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a una mujer de mediana edad por apuñalar en su domicilio, presuntamente, a un hombre de 41 años procedente de Europa del Este tras una discusión motivada, al parecer, por una deuda de 500 euros. La víctima fue atendida de urgencia por una unidad del SAMU en el portal del edificio en el que se produjo el suceso, ubicado en la céntrica calle Berenguer de Marquina número 7.

Los hechos ocurrieron pasadas las 14:30 horas. Poco después del apuñalamiento, la presunta agresora bajó a pedir el cuchillo que acababa de clavar en el abdomen del hombre porque tenía que pelar una cebolla, según indicaron a este diario varios testigos, vecinos de la mujer, quienes añadieron que ésta se econtrada en un "evidente" estado de embriaguez, tal y como apuntaron también fuentes policiales. Al bajar, la mujer fue detenida e introducida en un vehículo policial para ser llevada a la Comisaría.

Por su parte, el varón fue trasladado en estado grave al Hospital General de Alicante, donde permanecía ingresado anoche, según fuentes sanitarias. Testigos del suceso aseguraron que sufrió una única cuchillada en el abdomen, y que permaneció arrodillado en la acera hasta que llegó la ambulancia que le atendió.

Todo apunta a que la discusión que originó la agresión -ejecutada con un cuchillo de cocina de unos 17 centímetros- se produjo por una supuesta deuda de 500 euros que tenía la víctima con su agresora. La mujer, con antecedentes penales por otra agresión, manifestó a los policías que el hombre se había autolesionado, extremo que no convenció a los agentes.

Los vecinos del edificio consultados por este diario declararon que entre ellos no existía una relación sentimental. Señalaron que la mujer lleva poco tiempo viviendo en el edificio, donde tiene alquilado un piso a una inmobiliaria. La agresora había dejado dos notas escritas a mano en el rellano por la mañana, una de las cuales hacía referencia precisamente a la inmobiliaria, con la que parecía tener problemas. En la otra nota escribó que la comunidad de vecinos necesitaba un fontanero.

En el poco tiempo que la presunta agresora lleva residiendo en el edificio de la calle Berenguer de Marquina ya había protagonizado varios altercados, además de haber discutido con otros inquilinos, según los vecinos. Hace menos de un mes la policía tuvo que acudir a su domicilio a altas horas de la madrugada alertada por los gritos que salían desde el interior.

"Fuimos nosotros los que llamamos a la policía al oír los gritos de auxilio que daba el hombre desde la acera, donde estaba tendido a cuatro patas. Cuando le estaban atendiendo, apareció ella tambaleándose y le pidió el cuchillo a un agente para pelar una cebolla. El hombre dijo que había sido ella la que se lo había clavado y los policías la detuvieron de inmediato. Ha sido surrealista", relató a este diario el dueño de un establecimiento de la zona.