La devoción de los alicantinos por la Santa Faz se volvió a dejar sentir ayer con fuerza y, de nuevo, decenas de peregrinos de acercaron hasta el caserío para honrar a la Reliquia que sigue expuesta al público hasta el domingo. Aunque el operativo de seguridad se ha relajado son muchos los alicantinos que siguen acercándose al Monasterio los días siguientes al de la Romería tradicional y se les puede ver caminando tanto por la avenida de Dénia, como por la ronda San Vicente-San Joan y por el vial que conecta la Playa de San Juan con el caserío.

Según la tradición católica, durante la Pasión de Cristo, una mujer se quitó su velo para secar con él la cara del Mesías. La imagen de la cara de Jesucristo quedó impresa en el pañuelo de lino y éste milagrosamente se conservó a través de los siglos, convirtiéndose en objeto de culto.

Ayer, las colas, menos intensas que en el jueves pasado, se volvieron a concentrar en los accesos al camarín y los alrededores del Caserío, donde sigue montados los puestos de venta y la feria, que estuvieron muy animados. Muchos alicantinos acuden estos días para evitar las aglomeraciones de fieles o porque no pudieron asistir durante la Romería oficial al trabajar fuera de Alicante.

El origen de la tradición se remonta al siglo XV cuando el cura de San Joan de Alicante, Pedro Mena, viajó a Roma y regresó con un lienzo de la faz de Cristo que había salvado a Venecia de la peste. Hoy, el lienzo está custodiado por las Monjas Clarisas en el Monasterio.

Los operarios retiran toneladas de basura y decenas de carritos

Cerca de 15 toneladas de basura depositados entre el caserío de la Santa Faz y la Playa de San Juan está previsto que recojan los servicios de limpieza entre la tarde-noche del jueves y la madrugada del próximo lunes cuando se ponga fin al operativo especial de limpieza montado con motivo de la Peregrina. Con la efectividad que les caracteriza en estas ocasiones, los operarios ya habían acabado ayer con buena parte de los restos de la Romería, muchos de ellos compuestos por las decenas de carritos que algunos peregrinos, los más jóvenes, utilizan para llevar comida y bebida durante la romería. Carritos sustraidos a los hipermercados que después no se devuelven y aparecen tirados por cualquier rincón en un práctica incontrolada que crece romería tras romería. El operativo se desarrolla, sobre todo, en los solares cercanos al Monasterio y también en la zona de playas, donde suele acabar la jornada.

Este domingo también se espera una gran afluencia de público hasta el Monasterio pero no con tanta presión como el jueves pasado, jornada en la que se genera el 90% de la basura y los restos que deja una Peregrina que este año ha vuelto a reunir a miles de personas. F. J. B.