Cerca de 7.000 pacientes del área del Hospital de Sant Joan tienen que desplazarse cada año a otros centros sanitarios de la ciudad para hacerse una resonancia magnética. Y es que el hospital carece de una unidad para realizar este tipo de pruebas diagnósticas pese a que el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, anunció hace más dos años su inminente creación.

Actualmente, los pacientes que están ingresados en el Hospital de Sant Joan y que deben ser sometidos a una resonancia "son trasladados en una ambulancia hasta el Hospital General con los trastornos que esto conlleva", señala Isabel G0nzález, directora del servicio de Radiología del centro. El resto se desplaza a clínicas privadas de la ciudad con las que Sanidad tiene concertada la realización de este tipo de pruebas. Desde la Conselleria de Sanidad "nos han reiterado que su intención es que tengamos lo antes posible esta unidad", señala González. Pero lo cierto es que pasa el tiempo "y seguimos sin contar con ella pese a que hemos demostrado sobradamente la eficacia de nuestro servicio. Ya son dos años desde que anunciaron su implantación y cuatro desde que empezamos a negociar sobre este tema. El proyecto ya está hecho y la ubicación definida, sólo falta que Sanidad dé la autorización definitiva".

La directora de Radiología del centro sanitario cifra "entre un 25 y un 30% el ahorro de costes que supondría tener una resonancia en el Hospital de Sant Joan". En este sentido, "la Generalitat paga cada año a las clínicas privadas 350.000 euros por estas pruebas y el coste estimado de la instalación de la unidad de resonancia es de un millón de euros, más la cuantía de la obra".

Pero los económicos no son los únicos motivos que, a juicio de Isabel González, justifican la puesta en marcha de este servicio. "La falta de integración de la resonancia con el resto de técnicas diagnósticas provoca que se dupliquen pruebas y se desperdicien recursos".

Beneficio para el paciente

Además, la relación entre todos los médicos que tratan a un enfermo "también es esencial para el seguimiento de éstos". Con el sistema de trabajo actual "los radiólogos del hospital tienen que revisar todas las resonancias que llegan de fuera, con lo que al final todo se duplica". Por último, el hecho de que un centro público carezca de una técnica puntera como la resonancia magnética "desmotiva a los radiólogos y provoca un éxodo de estos especialistas hacia la privada".

Para el responsable de Comunicación del sindicato CC OO, Salvador Roig, "la situación actual no es lógica y no se corresponde con el nivel de calidad de este hospital". Aunque los traslados de pacientes se realizan con las máximas garantías, añade Roig, "se asume un riesgo y una serie de inconvenientes que son evitables". El sindicato exige que "de forma inmediata" la Conselleria realice la inversión necesaria para la compra de un equipo que permita acabar con la discriminación que padecen los pacientes de este departamento sanitario. Salvador Roig recuerda "la promesa de Sanidad para la compra y la instalación de un equipo en este hospital y parece que esta dotación no se está materializando por las presiones de las empresas adjudicatarias de este servicio".

contrato

La "joya" de las adjudicaciones

Las resonancias magnéticas es una de las principales concesiones que mantiene la Conselleria de Sanidad con empresas privadas. Según explica Salvador Roig, la primera adjudicación de este servicio se realizó en el año 2001 por siete años y con un presupuesto de 27.000 millones de las antiguas pesetas.

Finalizado este contrato, se realizó una nueva adjudicación, esta vez por diez años y con una cuantía de 497.100.000 . Con este contrato "se ha hipotecado la decisión de reversión que pudieran adoptar otros gobiernos autonómicos". La adjudicación recayó sobre las empresas que ya realizaban el servicio y que constituyeron la UTE Erescanner Salud (integrada por Eresa-Inscanner SL-Ribera Salud SA- Beanaca SA).

Una de las consecuencias de la privatización de este servicio "es que induce a la demanda de esta técnica y se disparan los costes". En este sentido, en la Comunidad Valenciana "se realizan 11,6 resonancias magnéticas por millón de habitantes, cuando la media nacional es de 4,5".

El responsable de Comunicación del sindicato CC OO tacha de "auténtica irresponsabilidad por parte de la Conselleria de Sanidad que un hospital de referencia, como el de Sant Joan, carezca de una unidad de resonancia después de todo el dinero invertido en la gestión y privatización de esta técnica".