La dirección nacional del PP asumirá el control total y absoluto de los grandes contratos de su campaña electoral en la Comunidad. En el epílogo de una legislatura marcada por la operación Gürtel y pendientes de la decisión del TSJ sobre la investigación de una supuesta red de financiación ilegal de los populares ligada a la trama que dirigían Francisco Correa y El Bigotes, Génova se encargará, entre otras cosas, de la contratación del "mailing" electoral -el envío masivo de papeletas a todo el censo de votantes- y de las vallas publicitarias, dos de los grandes bocados económicos de la contienda electoral. Empujados por la crisis pero también por la necesidad de ofrecer una cierta imagen de transparencia tras un escándalo que podría afectar a las finanzas del PP de la Comunidad durante los últimos comicios, la cúpula regional, controlada por Francisco Camps, apuesta por una campaña "austera" en la que, incluso, apuntan, no llegarán a consumir el tope legal establecido por la ley y que otorga a los partidos un límite de gasto próximo al millón de euros.

Las dos principales partidas de la campaña -es un dato común a todas las formaciones que concurren a los comicios del próximo 22-M- son el "mailing", un envío con publicidad que incluye, además, las papeletas de votación; y las vallas publicitarias de las que, hasta ahora y a diferencia de campañas anteriores, los populares han prescindido. Génova ejercerá, explicaron fuentes del PP, como una especie de central de compras. Contratará los envíos electorales para toda España y las vallas. Luego le pasará la factura, en la parte que corresponda, a cada una de sus organizaciones territoriales. De esa manera, apuntan desde el PP, obtendrán un importante ahorro sobre la facturación de los comicios.

A nadie escapa, sin embargo, que los populares afrontan en la Comunidad su primera contienda electoral -las Europeas de 2009 fueron un amistoso- después de estallar el escándalo Gürtel. Y, por tanto, de alguna manera, Génova, al margen de la reducción del desembolso económico, también supervisará por completo los grandes gastos del PP de la Comunidad, que espera la decisión del TSJ sobre la pieza ligada a la operación Gürtel en la que se investiga su supuesta financiación ilegal. El sumario incluye informes de la Policía que revelan como el PP facturó hasta 2,4 millones en "dinero negro" en las últimas campañas electorales de 2007 y 2008.

Durante los mandatos de Eduardo Zaplana, las diferentes organizaciones del PP se distribuían el trabajo. Entre Madrid, Valencia y las direcciones provinciales se repartían la distribución de los envíos electorales, una acción que tanto los populares como el resto de formaciones consideran esencial para su estrategia de campaña. "Es el dinero mejor gastado", apunta un alto dirigente del PP. En estos comicios, será Génova la que controle. Por ahorro y, quizá, para su tranquilidad.

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Una contienda sin agitación y con un único gran acto

A los populares les interesa una campaña sin demasiada agitación. Poco gasto con mítines locales. Punto y final. En esa estrategia se enmarcará, por ejemplo, el primer fin de semana de la campaña, que los populares piensan "despachar" con el debate de los candidatos a la Generalitat, que se celebrará el viernes con la participación de los aspirantes de las cuatro formaciones con representación en las Cortes. Y con un acto local en Altea el próximo sábado. La única gran convocatoria que prevén los populares para esta campaña es la del martes 17 de mayo, a tres días del cierre de la contienda electoral, cuando Mariano Rajoy visitará Valencia para compartir mitin electoral con Camps en la Plaza de Toros. P. r. f.